La familia Lightstone es la definición de libro de texto de disfuncional. Está la tía borracha Alva (Edi Patterson), su odioso hijo influyente, Bert (Alexander Elliot), el aspirante a estrella de acción y el segundo marido de Alva, Morgan Steele (Cam Gigandet), y Jason, el hijo que busca separarse de la familia. Luego está Gertrude Lightstone, la implacable matriarca que los gobierna a todos. A primera vista, es la típica familia asquerosamente rica. Afortunadamente para el espectador, cuando se juntan, su dinámica es perfecta.
La primera escena en la que nos encontramos con el grupo es divertidísima. Si Alva no se está tragando otro cóctel, Bert está transmitiendo en vivo para sus fans. Morgan rápidamente demuestra que tiene una manera de hacer que cada conversación sea sobre él, y Gertrude demuestra ser espectacularmente vulgar. Entre ellos, Jason, Trudy y Linda son atípicos, ya que ya no están dispuestos a besar el suelo por el que camina Gertrude. Si no fuera por sus millones, ni siquiera estarían aquí.
A lo largo de la película, las escenas grupales continuamente terminan brindando los momentos más memorables, además de cada vez que aparece David Harbour en la pantalla. Incluso después de ser rehén de un grupo de mercenarios, la familia pone el humor a raya. Su intercambio de regalos es ridículo, al igual que una broma sobre un cascanueces (probablemente puedas adivinar a dónde va ese). Con todo, es el tipo de familia que necesita ponche de huevo para sobrevivir, y mucho.