Más de 320 franceses y residentes franceses han ido a luchar a Ucrania desde el comienzo de la guerra.

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Esta es una cifra que ilustra una creciente preocupación por los servicios de inteligencia franceses. Si bien no parece surgir una solución rápida para el conflicto ucraniano, según nuestra información, unos 320 franceses o residentes franceses se han ido a luchar a Ucrania desde el comienzo de la guerra, ya sea del lado ucraniano o del lado ruso. Un volumen que forma parte de un movimiento global de 800 candidatos inicialmente identificados en total por los servicios franceses en el territorio nacional.

La vigilancia es tanto más importante para los distintos servicios encargados de monitorear a estas personas cuanto que, entre estas 800 personas que consideraron ir a luchar en Ucrania, 120 fueron identificadas como pertenecientes al movimiento de ultraderecha, según las cifras más recientes. Un movimiento particularmente vigilado, en particular por la dirección general de la seguridad interior, desde que empezó, en 2017, a multiplicar los casos de radicalización de toda una franja de militantes.

Alrededor de 40 personas de estos 800 voluntarios también han sido identificadas como pertenecientes a la ultraizquierda. Finalmente, el número de prorrusos entre estos militantes, ya sean de ultraderecha o de ultraizquierda, se ha estimado en unas 25 personas, es decir, un número muy reducido. Pero estos últimos son los que son objeto de la más estrecha vigilancia.

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Hacer un seguimiento

«Estamos muy atentos a este nuevo movimiento de luchadores, especialmente los vinculados a la ultraderecha», indica una fuente cercana al caso. Su seguimiento, enmarcado en la ley, se hace bajo el riesgo de una radicalización violenta: el 65% de estos activistas de ultraderecha y ultraizquierda –es decir, un centenar de personas– acabaron incorporándose al frente del lado ucraniano o ruso, y por lo tanto, posiblemente adquirió experiencia militar. Unos 70 también han regresado ya a Francia, según los servicios de inteligencia.

Entre los otros 640 franceses que han sido identificados como voluntarios para luchar en Ucrania y cuyos servicios dicen que no conocen su afiliación política, las tres cuartas partes, o 480 personas, se consideran proucranianos. Entre ellos, unos 220 han completado su proceso y se fueron a luchar a Ucrania. Pero, a diferencia de los activistas de ultraderecha o ultraizquierda, menos de la mitad ha regresado a Francia, y un cierto número tiene lazos de amistad o familiares allí.

A diferencia de los candidatos a la yihad de la zona iraquí-siria, cuyas salidas estaban teóricamente prohibidas a partir de 2014, y que se encuadraban todos en el marco legal antiterrorista, en particular a su regreso, los voluntarios en combate en Ucrania, a los que han dejado o devueltos, no son actualmente objeto de ninguna investigación judicial sistemática. Solo se puede realizar una entrevista administrativa si los servicios de inteligencia lo estiman necesario.

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