Otra fuente le dijo a la revista francesa: «Ya no quiere que Jacques y Gabriella crezcan en Mónaco». Al parecer, eso no significa que tenga la intención de romper con Albert. El príncipe probablemente debería viajar entre el palacio y el nuevo lugar de residencia. Incluso si el hombre de 63 años aceptara tal arreglo, sería un gran escándalo para el monegasco. La imagen del principado ya se ha visto muy dañada por los titulares sobre la princesa.
Si Albert no está de acuerdo con los planes de su esposa de 44 años, probablemente tendrá que pagar un alto precio. Los expertos en nobleza sospechan que según el contrato de matrimonio, Gabriella y Jacques permanecerían en el principado. Después de todo, el hijo de Charlène es el número uno y su hija es la número dos en la línea de sucesión al trono. (sfi)