El mundo de fútbol está de luto. Leyenda del fútbol brasileño Pelé murió a la edad de 82 años. Debido a su deteriorado estado de salud desde hace unas semanas, los fans del ex futbolista recorren el pueblo de Tres Coraçoes, un pueblo de 75.000 habitantes, en busca de raros recuerdos de Pelé. Fue en esta ciudad donde nació el «Rey». Allí pasó los primeros años de su vida.
Había pasado exactamente un mes desde que Pelé había sido ingresado en el Hospital Albert Einstein de Sao Paulo, donde estaba recibiendo quimioterapia por un cáncer de colon desde finales de 2021. En su último boletín de hace ocho días, el hospital mencionaba la progresión del cáncer de Pelé así como “insuficiencia renal y cardíaca”.
Tras las huellas de su nacimiento
La pequeña ciudad de Tres Coraçoes (Tres Corazones) se encuentra equidistante, unos 250 kilómetros, de las tres grandes metrópolis Belo Horizonte, Sao Paulo y Río de Janeiro, y está rodeada de plantaciones de café. Su fama, se la debe a un solo hecho: el nacimiento, en 1940, de Edson Arantes do Nascimento, Pelé.
Muy joven, Pelé había cambiado de ciudad, antes de comenzar su carrera de adolescente en el Santos FC, cerca de Sao Paulo, donde hay un museo de Pelé, que presenta la mayoría de sus recuerdos.
En Tres Coraçoes, el empeoramiento de su enfermedad había atraído más visitantes a la Casa Pelé, una réplica de su primera casa, ubicada en una calle empinada, con casas bajas, y que lleva su nombre.
Basado en los recuerdos de su madre.
“Nunca había estado en esta casa, que ya tiene diez años”, explica Neilor Henrique, un vecino de 41 años. “Pero el anuncio de su hospitalización me hizo querer visitarla”.
Construida a partir de los recuerdos de la madre de Pelé, Celeste Arantes do Nascimento, que hoy cumple 100 años, la casa muestra los orígenes humildes de la familia: muebles de madera mínimos, colchones de paja, una radio antigua, un retrato enmarcado de los padres en una pared. .
enorme estatua
A unos cientos de metros, el pequeño museo Terra do Rei (Tierra del Rey) exhibe camisetas del Santos firmadas por el exfutbolista, un balón con el que jugaba y su partida de nacimiento. Pero algunos fanáticos de Pelé esperaban ver más en su ciudad natal.
Rafael Antunes se desvió en un viaje familiar para llegar hasta allí, en busca de recuerdos del “Rey”. «Encontré pocos rastros de él en la ciudad, casi ninguno», dijo el empresario de 43 años, poco impresionado por la enorme estatua de Pelé que se encuentra en la entrada de Tres Coraçoes.
«Me parece que muestra una cierta falta de respeto por el papel que ha jugado en el fútbol y en nuestro país», dice sobre el único futbolista que ha ganado tres veces la Copa del Mundo. Pero para Fernando Ortiz, amigo de la familia del mítico número 10 de la Seleçao, la explicación viene de otro lado.
“Muchos brasileños no soportan ver triunfar a sus compatriotas. Y cuando se trata de un brasileño negro, el rechazo es aún más fuerte”, explica este sesentón, que está detrás de la construcción de la Casa Pelé. «Ay, yo creo que si Pelé hubiera sido un blanco de ojos claros, hubiera sido aceptado por todos».