No, el Síndrome de La Habana probablemente no fue causado por «armas de energía», concluyen las agencias de inteligencia de EE. UU.


Las armas de energía son reales. Los investigadores militares y de armas han desarrollado pistolas de microondas y láseres que se pueden usar para incapacitar a los soldados o derribar drones, pero un nuevo informe de la CIA y otras agencias de inteligencia dice que este tipo de armas probablemente no son responsables de la condición conocida como Síndrome de La Habana.

Cuando el personal estadounidense en el extranjero comenzó a sufrir dolores de cabeza, náuseas y problemas auditivos inexplicables en 2016, muchos sospecharon rápidamente que un adversario extranjero había cometido un delito. Un panel de expertos concluyó que los incidentes de salud anómalos que se conocieron como Síndrome de La Habana podrían haber sido causados ​​por «energía electromagnética pulsada», lo que llevó a algunos de los afectados por la afección a culpar de sus síntomas a una misteriosa arma de nueva energía, posiblemente manejado por operativos rusos. Ahora, siete agencias de inteligencia dicen que ese panel se equivocó.

El El Correo de Washington informa que incluso después de revisar alrededor de 1,000 casos en todo el mundo, la CIA y media docena de agencias concluyeron que era poco probable que los síntomas fueran causados ​​por un adversario extranjero. No por armas de energía, no por vigilancia electrónica, y no por exposición no intencional a ondas de radio o rayos ultrasónicos. Los analistas simplemente no pudieron encontrar ningún patrón común que vinculara los incidentes de salud anómalos que pudieran sugerir un ataque intencional, y señalaron que en algunos casos ni siquiera había una línea de visión directa desde la cual se podría haber utilizado un arma de energía.

Entonces, ¿qué causa el Síndrome de La Habana? Los funcionarios dicen que la mayoría de los casos que revisaron podrían estar relacionados con condiciones médicas preexistentes. Los factores ambientales, como la mala ventilación del edificio, también podrían contribuir a algunos de los síntomas, pero el informe simplemente no pudo encontrar un vínculo con un factor externo intencional.

El informe parece bastante seguro de que Rusia no está usando un arma de energía experimental para causar náuseas, pérdida de audición y dolores de cabeza, pero los funcionarios dicen que la nueva información podría cambiar esa evaluación: si los informes de inteligencia revelan que un gobierno extranjero ha desarrollado tecnología capaz de causar estos síntomas, lo examinarán de nuevo y lo reevaluarán.

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