En las tensas relaciones entre París y Roma por la recepción del barco Ocean Viking, Giorgia Meloni denunció este viernes una reacción francesa «agresiva, incomprensible e injustificada».
La tensión sigue aumentando entre París y Roma. Mientras el barco humanitario Ocean Viking atracaba en Toulon el viernes, Giorgia Meloni denunció la reacción de Francia ante la negativa de su país a acoger el barco de migrantes.
«Me marcó mucho la reacción agresiva del gobierno francés que es incomprensible e injustificada», dijo a la prensa.
La jefa del Gobierno italiano, sin embargo, aseguró que quería encontrar “una solución europea” al tema migratorio. Este último de hecho lamentó las disputas entre países vecinos, desafiando el diálogo y la “búsqueda de una solución común”.
Giorgia Meloni lamentó una deficiencia en la gestión europea de los inmigrantes y subrayó que «no estaba escrito en ningún acuerdo» que Italia fuera «el único puerto posible de desembarco en el Mediterráneo».
París se volvió contra Roma
El barco Ocean Viking con 230 migrantes a bordo llegó el viernes al puerto de Toulon, en el sur de Francia, y «un tercio» de los pasajeros migrantes serán «reubicados» en Francia, anunció París, que criticó la «elección incomprensible» de Italia de no aceptar el barco humanitario.
A modo de protesta, Francia ha decidido suspender «con efecto inmediato» la acogida prevista para este verano de 3.500 refugiados que se encuentran actualmente en Italia.
Francia «sacará también las consecuencias» de la actitud italiana sobre los demás aspectos de su «relación bilateral», había afirmado el ministro francés del Interior, Gérald Darmanin.