Al menos cinco agentes de policía encargados de proteger a los vacunadores contra la polio murieron el lunes por la explosión de una bomba colocada sobre su vehículo, en el noroeste de Pakistán, supieron fuentes administrativas y policiales.
“Un camión de policía que transportaba a unos 25 agentes responsables de la campaña contra la polio fue atacado con un artefacto explosivo improvisado [engin explosif improvisé] »declaró a la Agencia France-Presse (AFP) Anwar Ul-Haq, alto funcionario administrativo del distrito de Bajaur.
Según esta fuente, cinco policías murieron y 21 resultaron heridos. El número de muertos fue confirmado por Kashif Zulfiqar, un alto funcionario de policía del distrito. La explosión tuvo lugar en el distrito de Bajaur de la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, cerca de la frontera con Afganistán, región donde los ataques han aumentado en los últimos meses.
El ataque fue reivindicado por el grupo paquistaní Tehrik-e-Taliban Pakistan, los talibanes paquistaníes, que desde hace años atacan a los vacunadores contra la polio y a los agentes de policía que garantizan su seguridad.
Deterioro de la seguridad
La vacunación contra la polio enfrenta persistentes sospechas en Pakistán, donde abundan las teorías de conspiración, en particular que las vacunas son parte de un complot occidental para esterilizar a niños musulmanes. Otra de estas teorías afirma que las vacunas contienen grasa de cerdo y, por tanto, están prohibidas para los musulmanes.
Esta desconfianza, alimentada por clérigos ultraconservadores, aumentó tras la organización de una falsa campaña de vacunación por parte de la CIA para encontrar al líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, asesinado en 2011 en Abbottabad (norte).
Pakistán es uno de los dos únicos países del mundo, junto con Afganistán, donde la polio sigue siendo endémica. En estos dos países, los equipos de vacunación son blanco habitual de militantes islamistas.
Pakistán se enfrenta desde hace varios meses a un deterioro de la seguridad, en particular desde el regreso al poder de los talibanes en Kabul en agosto de 2021, especialmente en las regiones fronterizas de Afganistán. Islamabad cree que algunos de estos ataques están planeados en suelo afgano, donde los atacantes habrían “santuarios”lo que Kabul niega.