Pesadez administrativa, solicitaciones permanentes… Los alcaldes se enfrentan a diario a las dificultades


Inès Zeghloul / Crédito de la foto: AFP

Si bien la violencia contra los funcionarios electos ha aumentado en los últimos años, otras dificultades se suman a la vida cotidiana de los alcaldes. En particular la burocracia administrativa y las demandas de los habitantes. Este es particularmente el caso de Yvan Lubraneski, alcalde de Molières en Essonne, con quien Europa 1 se reunió.

Los funcionarios electos de Francia ya no pueden soportarlo. EL violencia de los que son víctimas son el último síntoma de una vida cotidiana cada vez más complicada. Porque muchos también dicen que están abrumados por la tarea y la burocracia. Europa 1 se dirigió a Les Molières, en Essonne, donde el alcalde, Yvan Lubraneski, está en todos los frentes.

“Es hora de revalorizar” la remuneración de los cargos electos

“Permisos urbanísticos, documentos del estado civil…”, detalla el funcionario electo. En su oficina en el primer piso del ayuntamiento, los días de Yvan Lubraneski están ocupados. Pero ahora, y con pesar, se le escapan ciertas prerrogativas. “Está muy bien que tengamos intermunicipalidades, pero hay muchos proyectos que se van a retrasar, incluso incluidos en su programa que no van a poder sacar adelante. Esta es una novedad que carga con muchas dificultades a los alcaldes hace unos años no existía», lamenta el concejal.

Durante nueve años, a la gestión de su agencia de comunicación se han sumado de 50 a 60 horas semanales de trabajo electoral. «Es una indemnización de 1.200 euros. Sobre la cuestión de la función del alcalde, central para que nuestra República se ponga en pie, es hora de revalorizarla muy en serio», avanza el alcalde.

«El alcalde a menudo es reprendido por cualquier cosa y por todo»

En esta localidad de 2.000 habitantes, el cargo electo está especialmente solicitado, como reconoce Benjamín, el dueño del bar del pueblo. «Le maire est souvent pris à partie pour tout et n’importe quoi : ‘le chat n’arrive pas descendre de l’arbre’, ‘j’ai une voiture qui est mal garée devant chez moi’…», reconnaît -Él. EL alcalde sigue siendo popular a pesar de todo: más de ocho de cada diez franceses tienen una buena opinión de su funcionario electo.



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