La historia de Mandalore es compleja y multidimensional, y “Clone Wars” culminó su arco final centrándose en el Asedio de Mandalore, que sirvió como parte integral de la trayectoria de Ahsoka. En la temporada 7 del programa, Bo-Katan Kryze contó con la ayuda de Ahsoka para recuperar Mandalore de Darth Maul, y Ahsoka lideró la carga junto a Bo-Katan, el Capitán Rex y su 501.º Batallón Clon. Inicialmente, Maul percibió el Asedio como una trampa, que tenía la intención de usar la batalla para atraer a Obi-Wan y Anakin, pero los dos Caballeros Jedi fueron llamados a la Batalla de Coruscant. Si bien la batalla fue muy reñida y ganada, esta victoria se volvió pírrica después de la emisión de la Orden 66 y el eventual ascenso del Imperio.
Curiosamente, la presencia de Ahsoka durante el Asedio solidificó su imagen como una heroína poco convencional, una que no encajaba en etiquetas definidas pero que aun así emergió como alguien honorable y a quien vale la pena apoyar. En cuanto a la ausencia de Anakin, estaba ocupado rescatando al canciller Sheev Palpatine junto a su maestro, Obi-Wan, un evento que se exploró en el «Episodio III: La venganza de los Sith». El Asedio de Mandalore tuvo lugar simultáneamente con estos eventos, lo que explica por qué Anakin estuvo ausente de una batalla tan importante y plantea preguntas interesantes sobre qué podría haber sucedido si había sido presente allí en su lugar.
Si bien la experiencia del limbo de Ahsoka en el episodio 5 puede no estar arraigada en la realidad objetiva, logra el objetivo de ofrecerle un cierre cuando se trata de Anakin. Anakin fue más que su ruina: era un maestro competente que entrenó a Ahsoka de manera integral y la ayudó a convertirse en la persona que es hoy. Si bien su legado queda eclipsado por el caos que abrazó, Ahsoka todavía tiene tiempo para elegir de manera diferente. Y al final lo hace.
Los nuevos episodios de «Ahsoka» se lanzan los martes a las 6 p. m. PT/9 p. m. ET en Disney+.