Se ha vuelto silencioso alrededor de la ex princesa japonesa Mako y su esposo Kei Komuro. La boda de los dos en octubre de 2021 causó revuelo, porque el matrimonio con un plebeyo no encajaba en la tradición de la familia imperial japonesa. La princesa incluso tuvo que renunciar a su título nobiliario.
Después del matrimonio, los dos se mudaron a los Estados Unidos. El público no sabe mucho sobre la vida de los dos allí. Lo único que se sabía era que Kei trabajaba como abogado en prácticas en un bufete de abogados. Ahora el diario «The Japan Times» quiere saber de un insider qué mueve a la ex princesa Mako. Se dice que es voluntaria en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, donde es curadora. Este trabajo se adaptaría perfectamente a ella, ya que completó su Maestría en Estudios de Museos en Inglaterra.