Prohibición de la publicidad del tabaco: el pueblo lo ha decidido, pero la disputa continúa


Patrocinio de festivales, vendedores ambulantes, anuncios en los periódicos: el Parlamento no quiere aplicar estrictamente la iniciativa «Niños y jóvenes sin publicidad del tabaco». La UDC y la izquierda permitieron que la plantilla colapsara el jueves.

El Parlamento tiene dificultades para aplicar las prohibiciones de publicidad de los productos del tabaco que exige el pueblo.

Sven Hoppe / DPA

Camiones en los Alpes, extranjeros delincuentes, segundas residencias en las montañas, delincuentes detenidos o la gestión de la inmigración: en los últimos años, personas y estados han adoptado iniciativas populares sobre estos y otros temas, que a los políticos les ha resultado extremadamente difícil implementar. Y la próxima pelea ya está en pleno apogeo.

El conflicto gira en torno a la Iniciativa popular “Niños y jóvenes sin publicidad del tabaco”, que fue aprobado hace dos años con el 57 por ciento de los votos a favor, nota ben, en contra de la voluntad del Consejo Federal y de la mayoría de la clase media en el parlamento. El mismo parlamento está trabajando ahora en la implementación concreta de las prohibiciones de publicidad que se aplicarán a todo tipo de productos de tabaco, incluidos los cigarrillos electrónicos. Hay muchos puntos de discordia: desde la publicidad en los periódicos hasta el patrocinio y la venta directa, pasando por normas especiales para los puros.

El año pasado el Consejo de los Estados presentó El jueves fue el turno del Consejo Nacional. Mejor dicho: habría sido su turno. Aunque el Parlamento está obligado a aplicar la nueva disposición constitucional, el Consejo Nacional no pudo llegar a un acuerdo sobre una solución. Discutió el proyecto de ley, pero al final fracasó debido a una alianza impía. El PS y los Verdes votaron unánimemente en contra porque las excepciones propuestas para las empresas tabacaleras iban demasiado lejos para ellos. La UDC también se pronunció en contra, simplemente por motivos opuestos.

La misión es clara – en realidad

El proceso es inusual, pero aún no se ha decidido nada. La propuesta vuelve al Consejo de los Estados, que probablemente se preguntará si debería decidir sobre más o menos excepciones. Sólo si el proyecto fracasara por segunda vez en el Consejo Nacional estaría definitivamente terminado. Sin embargo, el mandato para implementar el artículo constitucional aún existiría.

A primera vista, las discrepancias son sorprendentes porque el núcleo del nuevo artículo constitucional parece inequívocamente claro: el gobierno federal “prohíbe cualquier tipo de publicidad de productos de tabaco dirigida a niños y jóvenes”. Sin embargo, una segunda mirada revela cuán diferente puede ser interpretado este mandato, dependiendo de los intereses que cada uno represente.

Una descripción general de los puntos de discordia más importantes:

  • Publicidad en periódicos. El Consejo Federal sólo prevé dos pequeñas excepciones: la publicidad de cigarrillos sólo se permitiría en medios de comunicación dirigidos principalmente al mercado extranjero o a la industria tabacalera. Esto no es suficiente ni para los fabricantes ni para los medios de comunicación. Presionan en el Bundestag para que se adopte una regulación menos estricta, que obtuvo la mayoría en el Consejo Nacional: se deben seguir permitiendo anuncios de cigarrillos en la sección interior de periódicos o revistas, la mayoría de los cuales se venden por suscripción y cuyos lectores son de al menos el 95 por ciento de adultos. El consejero nacional de la UDC, Andreas Glarner, resumió la idea: No debería haber publicidad de tabaco en “Bravo”, pero debería ser posible en el NZZ; en cualquier caso, no conoce a ningún menor que lea el NZZ.
  • Patrocinio de eventos. En el Folleto de votación afirmó que la iniciativa pedía una “prohibición general del patrocinio” de eventos culturales y deportivos. El Consejo Federal quiere aplicar esto de forma relativamente estricta: el patrocinio de las empresas tabacaleras sólo se permitiría en eventos con controles de entrada abiertos únicamente a adultos. Esto va demasiado lejos para el Parlamento. El Consejo de Estados también quiere permitir la publicidad en eventos con niños y jóvenes si no es “ni visible ni accesible” para los menores. Como ejemplo se mencionaron las “fiestas posteriores al espectáculo”, que se celebran después de un concierto al aire libre en una carpa separada donde sólo se permiten adultos. Según los abogados federales, esto sólo sería posible si el patrocinio fuera prácticamente invisible: si no estuviera mencionado en carteles, folletos o en las paredes exteriores de la tienda. Esto va demasiado lejos para la UDC.
  • Ventas móviles. A los empleados de las empresas tabacaleras se les debería prohibir vender cigarrillos directamente en restaurantes o salas de conciertos donde los menores tengan acceso: esto es lo que ha propuesto el Consejo Federal, porque también considera la venta directa como una forma de publicidad. El Consejo de los Estados no quiere saber nada al respecto y el Consejo Nacional también se ha pronunciado en contra, aunque por poco.
  • “Lex Cigarrillo”. El Consejo de Estados ha decidido una norma especial para los cigarros y puritos: la “promoción de ventas” de estos productos debería seguir permitiéndose en lugares accesibles a niños y jóvenes. Desde la perspectiva del gobierno federal y de los iniciadores, esto viola claramente la constitución. El Consejo Nacional también rechazó esta excepción.

Los iniciadores podrían aprovechar el referéndum

¿Que sigue? Es concebible que los principales concejales intenten ahora conseguir el apoyo de los iniciadores: los médicos, la liga contra el cáncer, las asociaciones deportivas y juveniles, para poder negociar un acuerdo con ellos. Los iniciadores no están satisfechos con las decisiones tomadas hasta ahora y temen una implementación irregular.

Pero es posible que estén dispuestos a hablar porque sus manos están en gran medida atadas. La única opción que tendrían en un caso extremo sería un referéndum, lo que sería bastante absurdo: tendrían que recoger firmas nuevamente para impedir la implementación de su propia iniciativa.



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