Cuando la guerra contra Morgoth concluyó en la Primera Edad, los Valar se sintieron mal por lo mucho que sufrieron las Tres Casas de los Edain, por lo que les dieron a los hombres la isla de Elenna. Ubicada entre la Tierra Media y Valinor, Elenna se convirtió en el reino de Númenor, posteriormente gobernado por un linaje que comenzó con Elros, el hijo del semielfo Eärendil. La reina regente Míriel (Cynthia Addai-Robinson) es la gobernante del reino que se ve en «Los anillos del poder» y la última heredera legítima al trono de los libros. En el canon de Tolkien, Ar-Pharazôn (Trystan Gravelle) se casa con Míriel y obtiene el control del reino usurpando a la Reina. Entonces comenzó la gran caída de Númenor, que coincidió con el ascenso de Sauron en la Segunda Edad.
Hambriento de poder y desesperado por vivir mucho más allá de su fecha de vencimiento, Sauron finalmente descarrió a Ar-Pharazôn y lo obligó a librar una guerra con los Valar para capturar las Tierras Imperecederas. Al hacerlo, Ar-Pharazôn obligó a la cabeza de Valar a transformar el mundo que alguna vez fue plano en su forma redonda, enterrando a Númenor y a todos sus ciudadanos bajo el agua en el proceso. Afortunadamente, unos pocos elegidos abandonaron el reino y zarparon hacia la Tierra Media, lo que condujo a la fundación de los Reinos del Exilio, incluido Gondor. Si todo esto te suena familiar, debo mencionar que el evento se conoce como Atalantë, que significa «los Caídos», pero ciertamente suena como otra ciudad submarina ficticia (vemos lo que hiciste allí, Tolkien).
«El Señor de los Anillos: Los Anillos del Poder» tiene mucho en mente, pero si realmente cubre el auge y la caída de Númenor, entonces nos espera una sorpresa (a diferencia de los ciudadanos de Númenor, por supuesto).