Además del rechazo del órgano, una de las complicaciones más comunes del trasplante es la infección. Los médicos deben lograr un equilibrio al recetar medicamentos inmunosupresores: una dosis demasiado baja puede provocar rechazo, mientras que demasiada puede hacer que el paciente sea vulnerable a la infección. Los inmunosupresores son fármacos potentes que pueden provocar una variedad de efectos secundarios, como fatiga, náuseas y vómitos.
A pesar de la muerte de los dos receptores de corazón de cerdo, Riella se muestra optimista sobre el trasplante de Slayman. Por un lado, dice, Slayman estaba relativamente sano cuando se sometió a la cirugía. Calificó para un riñón humano, pero debido a su tipo de sangre poco común, probablemente tendría que esperar de seis a siete años para conseguirlo. Los dos individuos que recibieron trasplantes de corazón de cerdo estaban tan enfermos que no calificaban para recibir un órgano humano.
Además de una estrecha vigilancia y los tradicionales inmunosupresores, el equipo médico de Slayman lo está tratando con un fármaco experimental llamado tegoprubart, desarrollado por Eledon Pharmaceuticals de Irvine, California. Administrado cada tres semanas por vía intravenosa, tegoprubart bloquea la comunicación cruzada entre dos células inmunitarias clave del cuerpo, las células T y las células B, lo que ayuda a suprimir la respuesta inmunitaria contra el órgano donado. El fármaco se ha utilizado en monos que han recibido órganos de cerdo editados genéticamente.
Fotografía: Hospital General de Massachusetts
«Es bastante milagroso que este hombre salga del hospital un par de semanas después de colocarle un riñón de cerdo», dice Steven Perrin, presidente y director científico de Eledon. «No pensé que estaríamos aquí tan rápido como estamos».
Riella también tiene la esperanza de que las 69 alteraciones genéticas realizadas en el cerdo que suministró el órgano donado ayuden a que el riñón de Slayman siga funcionando. Los órganos de los cerdos no son naturalmente compatibles en el cuerpo humano. La empresa que suministró el cerdo, eGenesis, utilizó Crispr para agregar ciertos genes humanos, eliminar algunos genes porcinos e inactivar virus latentes en el genoma del cerdo que hipotéticamente podrían infectar a un receptor humano. Los cerdos se producen mediante clonación; Los científicos realizan modificaciones en una sola célula de cerdo y la usan para formar un embrión. Los embriones se clonan y se transfieren al útero de una cerda para que su descendencia acabe con las ediciones.
«Esperamos que esta combinación sea la salsa secreta para lograr que este riñón tenga una supervivencia más prolongada», dice Riella.
Existe un debate entre los científicos sobre cuántas ediciones deben durar los órganos de los cerdos en las personas. En los trasplantes de corazón de cerdo, los investigadores utilizaron animales donantes con 10 ediciones desarrolladas por Revivicor, filial de United Therapeutics.
Hay otra gran diferencia entre este procedimiento y las cirugías cardíacas: si el riñón de Slayman dejara de funcionar, dice Riella, podría reanudar la diálisis. Los receptores de corazón de cerdo no tenían opciones de respaldo. Dice que incluso si los órganos de cerdo no son una alternativa a largo plazo, podrían proporcionar un puente hacia el trasplante para pacientes como Slayman que de otro modo pasarían años sufriendo en diálisis.
«Hemos recibido muchísimas cartas, correos electrónicos y mensajes de personas que se ofrecen como voluntarias para ser candidatas a los xenotrasplantes, incluso con todas las incógnitas», dice Riella. «Muchos de ellos están luchando tanto con la diálisis que están buscando una alternativa».
El equipo de Mass General planea lanzar un ensayo clínico formal para trasplantar riñones de cerdo editados en más pacientes. Recibieron una aprobación especial de la Administración de Drogas y Alimentos de EE. UU. para un solo procedimiento. Por ahora, sin embargo, su principal objetivo es mantener sano a Slayman.