Reseña de Roush: Un ‘caballero’ encantador derrite el frío de Moscú


Calificación de Matt:

Si usted va a pasar su vida bajo arresto domiciliario político, podría hacerlo peor que la jaula dorada del lujoso Hotel Metropol de Moscú, incluso si la suite habitual se ha convertido ahora en una gruta en el ático. Esas son las reducidas circunstancias a las que se adapta el Conde Alexander Rostov (un adorable e ingenioso Ewan McGregor) en la conmovedora adaptación de Showtime de Ben Vanstone (Todas las criaturas grandes y pequeñas) de la aclamada novela de Amor Towles, Un caballero en Moscú.

¿Está disminuido su espíritu? Difícilmente. “Es asunto de los tiempos cambiar y los caballeros cambiar con ellos”, admite Rostov con su dignidad característica a raíz de la Revolución Rusa que convierte a la nobleza derrocada en enemiga del Estado. Se le advierte en términos muy claros que si alguna vez sale del Metropol le dispararán en cuanto lo vean, y su respuesta al ser trasladado a lo que alguna vez fueron las habitaciones de los sirvientes es agradecer a sus captores: “Ha cumplido con sus deberes con el la mayor cortesía disponible para usted”.

Incluso después de haberle cortado sus elaborados bigotes, McGregor imbuye a Rostov de una personalidad que domina cualquier habitación en la que entra con un simple destello de sus ojos brillantes, inteligentes y empáticos. Una vez que finalmente se convierta en parte del personal del restaurante del hotel, su deber hacia sus clientes puede cambiar la vida de aquellos expuestos a un vislumbre del estilo del viejo mundo.

A medida que pasan los años, Rostov aprovecha al máximo su entorno, creando una nueva familia a partir del personal y sus compañeros invitados. El elenco de personajes memorables, cuyas agitadas vidas evitan que esta historia resulte claustrofóbica a lo largo de ocho episodios, incluye a Nina, una joven precoz (Alexa Goodall) que le ofrece una clave para descubrir los secretos del hotel, y Anna, una actriz glamorosa. (la sublime Mary Elizabeth Winstead, La propia esposa de McGregor) que encuentra un espíritu afín en su alma resistente.

Quizás su relación más intrigante es con Osip (un Johnny Harris sutilmente conmovedor), un oficial de la policía secreta imponentemente fornido pero conmovedor que espera reclutar al Conde como espía, pero encuentra en él un recurso más valioso como tutor secreto en las costumbres de una cultura literaria caballerosa prohibida (los Miserables) y el cine americano (Es una vida maravillosa).

“Olvídate del honor. No existe tal cosa”, advierte Osip a Rostov, quien no quiere ni oír hablar de ello. A pesar del frío de Moscú, reconforta el corazón al ver que el encanto se utiliza como mecanismo de supervivencia.

Un caballero en Moscú, Estreno de la serie, viernes 29 de marzo, Paramount+ con Showtime (Estreno lineal, Domingo 31 de marzo, 9/8c, Showtime)





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