A los funcionarios rusos involucrados en las elecciones presidenciales del país de 2024 se les ha dicho que no deben usar iPhones debido al riesgo informado de interferencia de la inteligencia occidental.
Diario de política y negocios del país, Kommersant (se abre en una pestaña nueva)informó que los funcionarios tienen hasta el 1 de abril para encontrar dispositivos alternativos.
La noticia provino de Sergei Kiriyenko, Primer Subjefe de Gabinete de la Administración Presidencial, quien hizo el anuncio en un seminario organizado por el gobierno.
iPhones prohibidos para funcionarios rusos
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, explicó que «los teléfonos inteligentes no deben usarse para asuntos oficiales», lo que indica que la falta de confianza del país no se centra específicamente en Apple, y agregó: «cualquier teléfono inteligente tiene un mecanismo bastante transparente».
Los tiempos de Moscú (se abre en una pestaña nueva) informa que el anuncio fue la “palabra final” de una discusión que se había estado llevando a cabo durante varias semanas.
Una fuente familiarizada con la decisión le dijo a Kommersant que el Kremlin podría incluso ofrecer comprar dispositivos alternativos para los usuarios de iPhone afectados para facilitar el alejamiento de la tecnología estadounidense.
Posteriormente, el Kremlin aconsejó a los usuarios de iPhone que los reemplacen con dispositivos Android, aunque incluso estos pueden prohibirse algún día a medida que el país cambia a dispositivos chinos y rusos.
Muchos esperan que esto sea el precursor de un movimiento más grande hacia Aurora, un sistema operativo móvil basado en Linux desarrollado por la subsidiaria del gigante ruso de las telecomunicaciones Rostelecom, Open Mobile Platform (aunque derivado de un sistema operativo finlandés).
Sin embargo, el politólogo Nikolai Mironov no ve ningún incentivo político detrás de la decisión de prohibir a los funcionarios el uso de iPhones, citando una «solución puramente pragmática» y «sin rechazo masivo de marcas ‘antipáticas'».
El país ya ha intentado prohibir otras tecnologías occidentales, como plataforma de videoconferencia Zoom, del uso oficial a favor de las alternativas locales, y aunque las sanciones inicialmente pueden haber hecho temblar al país, el Kremlin claramente se está adaptando y superando muchos de los desafíos recientes que ha enfrentado.