Rusia: todo sobre el «Belgorod», este nuevo submarino capaz de crear «tsunami radiactivos»


El viernes 8 de julio Rusia recibió su nuevo submarino nuclear K-329, bautizado “Belgorod”. El vehículo, que tiene una longitud inédita de 180 metros, es objeto de varias controversias, debido a una de sus funcionalidades.

Tiene fama de ser el submarino más largo del mundo. Tras treinta años de construcción, Rusia ha reforzado su parafernalia en el contexto de la guerra de Ucrania, con un submarino nuclear K-329. Recibido el viernes 8 de julio, el vehículo bautizado «Belgorod» tiene 180 metros de largo.

Dedicado a las «misiones especiales», llevadas a cabo por la Dirección Principal de Investigación en Aguas Profundas (GUGI en ruso), «Belgorod» fue así anunciado a bombo y platillo por el ejército ruso: «Hoy es un día importante para nosotros, con la firma de el certificado de aceptación del submarino de investigación Belgorod y su transferencia a la flota”, se regocijó públicamente Nikolai Evmenov, almirante de la Armada rusa, el día de la recepción, según comenta Opex 360, sitio especializado en temas de defensa.

Nikolai Evmenov continuó su declaración elogiando los múltiples usos del vehículo: «El Belgorod ofrece nuevas oportunidades para que Rusia realice diversos estudios, expediciones científicas y operaciones de rescate en las áreas más remotas del mundo».

Un submarino capaz de destrozar las costas de un país

Entre las características está la capacidad del submarino nuclear K-329 para lanzar torpedos, que en realidad son drones submarinos denominados «Poseidón». Estos torpedos pueden permanecer invisibles a los sistemas de detección, teniendo una capacidad de desplazamiento de un kilómetro, así como una velocidad de hasta 60-70 nudos. Lo que despierta muchos temores para el resto del mundo.

El detalle no escapó a varios observadores, que no tardaron en señalarlo en las redes sociales, como el investigador Joseph Dempsey, investigador del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS).

Y por una buena razón: estos drones submarinos tienen un alcance de 10.000 kilómetros, lo que les daría el poder de provocar “tsunami radiactivos”, y así destrozar las costas de un país o una isla.

Más allá de los grandes torpedos, el submarino “Belgorod” también podría lanzar drones más pequeños destinados a la recopilación de información, en el marco de misiones de inteligencia, o sabotaje.





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