Los miembros de SAG-AFTRA votaron para ratificar su contrato, poniendo fin oficialmente a la batalla laboral más larga en la historia de Hollywood.
El contrato fue aprobado con un 78% de votos a favor. La participación fue del 38%.
«Este contrato es una enorme victoria para los artistas que trabajan y marca el comienzo de una nueva era para la industria», dijo Fran Drescher, presidente del sindicato, en un mensaje a los miembros.
SAG-AFTRA suspendió su huelga de 118 días contra los principales estudios el 8 de noviembre, tras llegar a un acuerdo provisional. El acuerdo todavía tenía que ser ratificado para poner fin formalmente a la huelga. Si los miembros lo hubieran rechazado, la huelga probablemente se habría reanudado.
La Alianza de Productores de Cine y Televisión, que representa a los estudios en las negociaciones, emitió un comunicado aplaudiendo la votación.
«Las empresas miembros de AMPTP felicitan a SAG-AFTRA por la ratificación de su nuevo contrato, que representa ganancias y protecciones históricas para los artistas», dijo un portavoz de AMPTP. «Con esta votación, la industria y los empleos que sustenta podrán regresar con toda su fuerza».
El acuerdo proporciona un aumento del 7% en las tarifas mínimas durante el primer año del contrato y un bono residual de 40 millones de dólares para los actores de programas en streaming.
El acuerdo también proporciona las primeras protecciones contra el uso de inteligencia artificial para replicar actuaciones. Según el acuerdo, los actores deben dar su consentimiento para ser replicados y el uso previsto de la actuación de la IA debe detallarse en términos “razonablemente específicos”.
Para algunos actores, el lenguaje no fue lo suficientemente lejos como para disipar sus temores de ser reemplazados por la IA. El contrato no prohíbe a los estudios entrenar IA en imágenes de actores para crear intérpretes «sintéticos» que no se parezcan a ningún actor de la vida real.
El sindicato había intentado vetar dicho uso, pero los estudios se negaron y sólo aceptaron avisar al sindicato. El acuerdo también establece que si cualquier artista “sintético” incluye un rasgo facial reconocible de un actor real, ese actor debe dar su consentimiento para ese uso.
Duncan Crabtree-Ireland, el principal negociador del sindicato, ha pasado gran parte de las últimas semanas respondiendo a las preocupaciones de los miembros sobre las disposiciones de AI. Ha admitido repetidamente que el acuerdo no es “perfecto”, pero argumentó que era el mejor acuerdo que el sindicato podía hacer con la influencia que tenía.
«Llegamos a un acuerdo justo en nuestro punto máximo de influencia en este proceso», dijo.
Drescher argumentó durante toda la huelga que el sindicato necesitaba encontrar una nueva fuente de ingresos para compensar a los actores que aparecen en las plataformas de streaming. En un momento, el sindicato buscaba 500 millones de dólares al año, que provendrían de una evaluación de 57 centavos por cada suscriptor de streaming.
El sindicato no estuvo ni cerca de eso, pero sí obtuvo el nuevo bono residual de 40 millones de dólares, que sigue el modelo de un acuerdo similar otorgado al Writers Guild of America. El acuerdo proporciona una bonificación residual del 75% para los actores que aparecen en los programas más vistos hechos para streaming. Otro 25%, o alrededor de 10 millones de dólares en el primer año, se destinará a un Fondo de Distribución de Bonificación por Éxito, que distribuirá el dinero de manera más amplia a los actores de otros programas de streaming hechos para streaming.
El sindicato quería que todo el bono fuera al fondo, pero se conformó con el 25%. El fondo será administrado conjuntamente por el sindicato y los estudios. Los líderes sindicales han dicho que darán prioridad a agregar más dinero al fondo en futuras negociaciones.
El acuerdo también incluye regulaciones sobre audiciones grabadas, plataformas de casting en línea y peinado y maquillaje adaptados a diversos actores, entre muchas otras disposiciones.
SAG-AFTRA declaró una huelga el 13 de julio, luego de que fracasaran las conversaciones con la Alianza de Productores de Cine y Televisión. Los actores se unieron a la WGA en los piquetes, marcando la primera vez que actores y escritores estaban en huelga desde 1960.
La participación y el margen de apoyo fueron ambos superiores a los de la última votación de ratificación en 2020. Ese año, el 74% votó a favor del contrato con una participación del 27%.