Aviva Fried (corresponsal estadounidense) / Crédito de la foto: MANDEL NGAN / AFP
El Congreso americano sigue oponiéndose a la petición del presidente de una prórroga presupuestaria en favor de Ucrania, una dotación de 106 mil millones de dólares de ayuda adicional, destinada tanto a Ucrania como a Israel. Los republicanos se niegan a emitir este cheque, pero la tentación del aislacionismo «costaría mucho más», afirma Joe Biden a los partidarios de Donald Trump.
Del “Estados Unidos primero” a la era de Joe Biden. Hasta el último minuto, el presidente estadounidense intentó cambiar la opinión de los senadores republicanos, diciendo que estaba dispuesto a llegar a un compromiso para que se concediera a Ucrania una ayuda adicional de 60 mil millones de dólares. Esfuerzo malgastado. Los republicanos no quieren entregárselo sin garantías de que se asignarán fondos a una amplia reforma migratoria. Chantaje peligroso, según el presidente estadounidense.
«El Congreso está a punto de conceder el mayor deseo de Putin y renunciar a nuestra posición en el mundo. Si Putin toma Ucrania, no se detendrá allí», advierte con gravedad. Joe Biden. Incluso si el problema es global, se ha convertido sobre todo en un punto importante de la política interna.
Un cálculo peligroso
Los republicanos se niegan a seguir pagando Ucrania, que ya ha recibido 111 mil millones de dólares, incluso cuando sus bases están cada vez menos preocupadas por una guerra larga y lejana. Joe Biden se presenta como el presidente y candidato que antepone los intereses de los ucranianos a los de los estadounidenses al no asegurar sus fronteras. Un cálculo peligroso porque Ucrania podría quedarse sin recursos a finales de año, pero que podría dar sus frutos en las urnas del próximo noviembre.
El paquete total sería de 106.000 millones de dólares y estaría destinado tanto a Ucrania como a Israel, cuyas necesidades de municiones están aumentando. Objetivo: suministrar proyectiles al ejército israelí, que ataca a casi 300 objetivos cada día. El Estado hebreo afirma haber matado a la mitad de los comandantes de Hamás hasta la fecha.