Taiwán: el clima, víctima colateral de las tensiones entre Pekín y Washington


Más allá de las consecuencias diplomáticas, la suspensión de las conversaciones chino-estadounidenses sobre el tema climático pone en entredicho el sorpresivo compromiso que el país hizo junto a Estados Unidos en la cumbre COP26 en Glasgow el año pasado. Estos dos estados, que son los dos mayores emisores de gases de efecto invernadero del mundo, se comprometieron a trabajar juntos para acelerar la acción climática durante la próxima década. Tenían que reunirse regularmente para «Hacer frente a la crisis climática».

Sin embargo, para el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, es «imposible» para resolver el «temas más apremiantes» como el cambio climático sin diálogo «eficiente» entre China y Estados Unidos, dijo su portavoz el viernes. De manera similar, el politólogo François Gemenne, especialista en geopolítica ambiental, describió en Twitter la decisión de China de «Desastre total».

“El régimen del Acuerdo de París es un régimen proactivo donde los compromisos de unos se alinean con los de otros. Por ello, la cooperación entre el primer y el segundo emisor de gases de efecto invernadero del mundo es fundamental para formar a los demás”, por lo tanto, estaba preocupado, esperando sin embargo que los intercambios pudieran continuar a través de Egipto, el país organizador de la COP27.





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