The Last Of Us de HBO trajo una imagen clásica del videojuego


Al igual que en los juegos, Ellie desconfía mucho de David cuando le propone un trueque, pero acepta esta oferta para recuperar antibióticos para Joel. Después de todo, Ellie no es ingenua, ya que entiende que los humanos son más peligrosos que los infectados, dado que son capaces de cometer duplicidades y actos atroces en nombre de la supervivencia. El grupo de David no es diferente: aunque el programa insinúa que no todos en el grupo son conscientes del aspecto del canibalismo, estas personas apenas tienen otra opción que respaldar activamente o sufrir pasivamente el comportamiento abusivo de David. La hipocresía se apodera de la humanidad incluso en un mundo que se está acabando, ya que el grupo de David considera a Joel un monstruo por defender a Ellie en la universidad, pero no reconoce (o evade deliberadamente) su propia maldad.

Mientras que los hombres de David están decididos a matar a Ellie, David insiste obsesivamente en que se le permita vivir, ya que puede ser reclutada en su grupo. Esto, obviamente, no es un acto de compasión, sino parte de su retorcido juego de poder, ya que David la ve como un objeto para legitimar aún más su ilusión de rectitud. Después de que Ellie toma represalias, inicialmente tiene la intención de matarla y comérsela, pero luego procede a disfrutar de un juego enfermo del gato y el ratón e intenta agredirla sexualmente. Como los impulsos caníbales y pedófilos de David se describen mucho más explícitamente en el programa, esto aumenta el impacto del momento en que Ellie lo ataca repetidamente, empapada en su sangre, con la habitación en llamas a su alrededor.

Al igual que en los juegos, la atención no se centra en David, sino en la ira, el trauma y la retribución catártica que conlleva este acto de autodefensa de Ellie. La sangre en la lente es un sombrío recordatorio de que este incidente dejará una marca en Ellie para siempre.



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