Un pequeño precio por unas horas de limpieza: en el Oise, el campamento participativo atrae


Thibaud Hue / Crédito de la foto: AXEL HEIMKEN / DPA / dpa Picture-Alliance vía AFP
modificado para

10:01, 18 de agosto de 2023

L’inflación sigue estando en la mente de muchos franceses. Ante el aumento de los precios de la energía y los alimentos, algunos han decidido recortar sus presupuestos de vacaciones. Entre los consejos para reducir la factura, campings participación son populares. El principio: a cambio de un precio favorable, los turistas participan algunas horas a la semana en el mantenimiento del resort.

Armado con un par de guantes y una esponja, Marcel hace brillar la cocina compartida. En este camping de Auvers-sur-Oise, en la región parisina, todos los veraneantes se ensucian las manos. “Tenemos una parte de higiene, con la limpieza de los aseos y del bloque de cocina. También están las papeleras para sacar, los contenedores de vez en cuando”, explica el viajero al micrófono de Europa 1.

Un precio imbatible

Aquí, sin personal, los campistas se encargan de todo. Y aunque las instalaciones son modestas -un simple césped para montar la tienda-, los precios son imbatibles. Cuente solo de 10 a 14 euros por día y por parcela. Entonces, para Marcel, un jubilado parisino, en un período de inflación, es una buena relación calidad-precio.

«Todavía conduzco mucho. Así que gasto mucho en la bomba para poner diesel. Obviamente, preferiría poder pagar felizmente campings a 25-30 euros por día. Pero en este momento, me estoy pagando 15 -20 pavos en un marco que está genial”, continúa.

«Nadie está en su rincón, todos van a ver al otro»

Las manos amigas para el mantenimiento son obligatorias. Nicolás, tesorero del camping, prepara un pequeño calendario para garantizar la organización. «Cuando alguien llega, tiene su día de servicio. De hecho, es muy amigable, porque todos se ayudan a limpiar. A menudo, todos lo hacen juntos durante una hora. Nadie está en su rincón, todos van a ver al otro. Y cuando algunas personas no saben cómo funciona una máquina u otra, siempre hay un ‘viejo’ que viene a explicarles”, apunta Nicolás.

Y para una estadía de una semana, cuente de tres a cuatro horas de servicio. Y los campistas son unánimes: no estropea las vacaciones.



Source link-59