«Es recomendable esperar porque la tierra alrededor del ataúd se afloja mucho justo después del entierro y se pueden formar bolsas de aire en el suelo que no soportarían la lápida», recomienda Engelmann. El clima también es un factor importante. “Cuanto más seco esté el suelo, más tiempo hay que esperar”, dice el experto.
Los enterradores distinguen entre lápidas tumbadas y de pie cuando se trata del tiempo de espera. “La piedra vertical se colocará sobre los cimientos de todos modos y, por lo tanto, se puede solicitar poco después del entierro. También toma de cuatro a seis semanas completar la solicitud, y toma un poco más de tiempo que la lápida esté lista”, continúa el empresario de pompas fúnebres.