¿A dónde se han ido las vacas?


Ayer se inauguró en Cournon, cerca de Clermont-Ferrand, la cumbre de la ganadería, una cita ineludible en el mundo ganadero. Durará hasta el 6 de octubre. Y este año se abre en un ambiente muy sombrío. El Ministerio de Agricultura anunció ayer un importante plan de apoyo al sector.

La situación de la ganadería francesa va de mal en peor. Ya sea en los rebaños destinados a la producción de carne (lactantes) o en los destinados a la producción lechera, las cifras están en caída libre. A finales de 2022, había 17 millones de vacas en Francia. Una cifra en constante descenso desde 2015: un 12,5% menos en 7 años.
Una cifra: ¡en 30 años ha desaparecido una cuarta parte de las vacas lecheras francesas!

Pero por qué ?

El sector atraviesa una crisis económica y moral, sufre constantes ataques sociales, que dificultan soportar una profesión exigente, con unas de las remuneraciones más bajas del mundo agrícola. Los obtentores también han tenido que afrontar un aumento de los costes de producción en los últimos tres años. Transporte, energía, alimentos… Todo es más caro… Sobre todo porque los accidentes climáticos han alterado en los últimos años el modelo económico de las explotaciones ganaderas francesas, que son bastante pequeñas en comparación con lo que ocurre en otras partes del mundo y que dependen principalmente de pasto y forraje producidos en el sitio. Resultado: criadores que cuelgan, cansados ​​de comerse vacas locas.

La ganadería en el punto de mira, porque emite CO2. Por último, ¿no es una buena noticia para el clima que se esté reduciendo en Francia?

Atajo seductor… Pero equivocado. ¡Necesitamos pensar en las consecuencias económicas y ecológicas de no reproducirse, algo que nadie está haciendo!

En primer lugar, las praderas en las que se basa la ganadería en Francia, hay que recordarlas, desaparecer y no ser reemplazadas por nada. ¾ de los prados son incultivables y se convierten en sotos. Sin embargo, los pastizales son sumideros de carbono.

Entonces, la descapitalización de la ganadería no va acompañada de la misma caída del consumo de leche y carne, que incluso tiende a aumentar. La balanza comercial de la leche se está erosionando, aunque era uno de nuestros puntos fuertes.

Para la carne de res, es berezina. ¡El déficit comercial se ha duplicado en 2022! ¡Lo que ya no producimos, lo importamos! +23% en un año para las importaciones. Nuestro principal proveedor es Holanda, no conocida por su modelo de agricultura sostenible.

Qué significa ? ¿Que Francia no es más virtuosa al permitir que su ganado se desvanezca?

Se contenta con subcontratar sus emisiones de gases de efecto invernadero… Peor aún: ¡las empeora! Cifras elocuentes de la FAO. La cría de ganado al estilo francés, principalmente de pasto, produce 15,6 kilos de CO2 equivalente por cada kg de carne. ¡Eso son 27 kilos para el promedio mundial y 335 kilos para la carne brasileña! Reducir la crianza virtuosa para compensarla con una crianza mucho menos virtuosa es una idea realmente estúpida.



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