La información fue confirmada por dos ministros indios. Nueva Delhi está en conversaciones con Moscú para la compra de crudo barato. India, que ya se había distinguido de sus aliados occidentales al negarse a condenar la ofensiva de Vladimir Putin en Ucrania y abstenerse de una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas condenando la operación, quizás se esté preparando para dar un paso más, mientras que Estados Unidos ha reiterado en repetidas ocasiones su deseo que el Primer Ministro, Narendra Modi, se distancie de Rusia.
Ante varios medios de comunicación, la ministra de Finanzas india, Nirmala Sitharaman, había afirmado, el miércoles 9 de marzo, que Rusia hizo un «oferta abierta» a la India para la venta de crudo a precio reducido, pero que aún quedaban muchos elementos por discutir.
Su colega, Hardeep Singh Puri, ministro de Petróleo y Gas Natural, aclaró ante la Rajya Sabha, la cámara alta del parlamento, el lunes 14 de marzo, que el gobierno estaba explorando “todas las opciones posibles” en el mundo para comprar combustible más barato. Habló con el viceprimer ministro ruso, Alexander Novak. «Las discusiones están en curso. Hay varios puntos que deben tenerse en cuenta, como la cantidad de petróleo disponible en Rusia o en nuevos mercados o con nuevos proveedores que puedan llegar al mercado. También hay preguntas relacionadas con el seguro, el flete y una serie de otras cuestiones, incluidas las condiciones de pago. »
Fuerte dependencia del exterior.
Hardeep Singh agregó que esperaba la reanudación de los suministros de petróleo crudo de Venezuela e Irán para frenar el aumento de los precios. “Tengo la esperanza de que todos, colectivamente, utilicemos nuestros poderes de persuasión pedir a la comunidad internacional que ponga a disposición más petróleo, incluso de Venezuela. Las compañías petroleras indias harán tratos con Venezuela y también con Irán tan pronto como su petróleo llegue al mercado”. aseguró.
El subcontinente, la tercera nación más grande en consumo e importación de energía del mundo, depende en gran medida del mundo exterior: el 85% de sus necesidades de petróleo son importadas. El país busca por todos los medios contener la suba mundial del precio del crudo, impulsada por la guerra en Ucrania y la decisión de Estados Unidos de prohibición total del petróleo ruso desde el 8 de marzo. Hasta ahora, Rusia representa solo del 2% al 3% de su suministro.
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