A We Love Green, el pop visionario de Gorillaz


Entre dos conciertos en Barcelona, ​​y antes de la continuación de una gira europea que pasará dos veces por Francia (el 15 de junio, en el Teatro Antiguo de Viena, y el 17 en las arenas de Nîmes), Gorillaz abrió, el jueves de junio. 2, el festival We Love Green. Un comienzo un poco fuera de lo común, en el corazón del Bois de Vincennes -el evento volverá a estar en pleno apogeo los días 4 y 5 de junio, después de un viernes de descanso-, pero era la única forma de poder dar la bienvenida a este grupo, que seguía siendo un modelo, a París pop vanguardista.

¿Habríamos apostado por tal longevidad cuando, hace veintiún años, descubrimos Clint Eastwood, el primer sencillo de la banda virtual imaginada por el cantante Damon Albarn y el diseñador Jamie Hewlett? Aunque la canción era una emocionante combinación de dub saturado y melodía pop juvenil, uno pensaría que este grupo formado por personajes de historietas tendría la vida efímera de un artilugio.

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El jueves por la noche, el entusiasmo de los 25.000 espectadores (muchos de ellos demasiado jóvenes para haber descubierto Gorillaz en sus inicios), escuchando una veintena de temas extraídos de media docena de álbumes, recordó la consistencia de un repertorio y la relevancia visionaria de un concepto. . Aceleración de fusiones estilísticas, variedad de colaboraciones que anuncian la de las listas de reproducción en streaming, criaturas que se anticipan a las del metaverso… Gorillaz tuvo suficiente ventaja para no envejecer.

Los primeros conciertos del grupo camuflaban el escenario detrás de las pantallas en las que se proyectaban las animaciones de Jamie Hewlett. Los verdaderos músicos solo aparecían en la sombra, como si Damon Albarn temiera que su condición de estrella del britpop en su otra banda, Blur, estuviera contaminando la credibilidad de Gorillaz. Rodeado ya de una quincena de instrumentistas y coristas, el londinense ya no tiene ese falso pudor cuando sube al escenario de We Love Green, ataviado con un llamativo chándal rosa y una gorra a juego.

Avanzando voluntariamente hacia la multitud para comulgar lo más cerca posible de ella, Albarn asume, a sus 54 años, la paternidad de estas creaciones sin sacrificar los personajes dibujados por su cómplice. A lo largo del concierto, la pantalla gigante del backstage y las otras dos situadas a los lados están habitadas por las apariciones, actuaciones, aventuras y juergas postapocalípticas de 2D, Russel, Murdoch y Noodle, respectivamente cantante, baterista, bajista y guitarrista de este grupo de papel y celuloide.

Conexiones postpunk y dub

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