Una brecha de cuatro o cinco años entre la última vez que Ahsoka y Sabine se vieron es razonable. No parece que Sabine haya entrenado por mucho tiempo dada su terquedad y la vacilación de Ahsoka de convertirse en maestra después de perder a los suyos en el Lado Oscuro. Si Sabine entrenó durante 1 a 3 años y luego pasaron un par más separadas, las matemáticas en su mayoría son correctas. Eso le da tiempo a Ahsoka para hacer sus apariciones en solitario en El mandaloriano y El libro de Boba Fetty explica por qué insiste tanto en no entrenar a Grogu ella misma.
Pero si la escena rehecha en Ahsoka no es sólo un homenaje al final de Rebeldes y en realidad está tratando de reconfigurar la línea de tiempo, entonces realmente no hay forma de saber cuándo Sabine se convirtió por primera vez en la padawan de Ahsoka a menos que la serie nos diga o nos muestre específicamente a través de un flashback.
Sin embargo, en lo que respecta a la sensibilidad a la Fuerza de Sabine, ese misterio es mucho más fácil de resolver. En Rebeldes, Sabine entrena para usar el sable oscuro con los Jedi Kanan Jarrus y Ezra. Al principio tiene dificultades con ese entrenamiento y se frustra cuando no domina la espada de inmediato. Kanan también se frustra un poco y le confía a Hera que la terquedad mandaloriana de Sabine le hace más difícil conectarse con la Fuerza, pero no del todo imposible. Dice que “la Fuerza reside en todos los seres vivos, pero hay que estar abierto a ella”.
Cuando Sabine habla con Huyang en Ahsoka, dice que su aptitud para la Fuerza no llega a la de todos los padawans que ha visto a lo largo de los siglos, pero eso no significa que todavía no pueda aprender a manejarla. Según las conversaciones que hemos visto hasta ahora, es probable que Sabine una vez más se sintiera demasiado bloqueada emocionalmente para entregarse por completo a la Fuerza, cada vez que se llevaba a cabo su entrenamiento. Pero independientemente de cuándo empezó a entrenar con Ahsoka, es emocionante ver a Sabine empuñar un sable de luz una vez más.