Alemania en tren low cost, una apuesta por el clima y el poder adquisitivo


viajar en Alemania por 49 euros al mes: un nuevo título de transporte válido a partir del lunes promete a los usuarios una «revolución». Pero el costo y la efectividad de la cuestión del dispositivo. Con esta iniciativa, Alemania quiere tanto apoyar a la población frente a la inflación, como promover el uso de transportes menos contaminantes. El «Deutschlandticket» ofrece acceso ilimitado a autobuses, metros, trenes locales y regionales, excepto trenes de alta velocidad.

«La reforma del transporte más importante de la historia»

Antes de concluir que se trata de «la reforma de transporte más importante de la historia», en palabras del ministro de Transporte Volker Wissing, o una «revolución ferroviaria», según un ecologista electo, la suscripción de 49 euros debe demostrar su valía. La Asociación Alemana de Gestores de Transporte Público (VDV) espera al menos 16 millones de futuros suscriptores en un país de 84 millones de habitantes. Ya se han vendido unas 750.000 entradas, sin contar los usuarios que han convertido su abono habitual en un «Deutschlandticket».

Se ha llegado a un acuerdo de financiación entre las regiones y el Estado, que pagarán cada una 1.500 millones de euros al año, para evitar que se amplíe más el déficit de Deutsche Bahn, el operador ferroviario nacional, estimado en 30.000 millones de euros. Gasto criticado por la oposición. Según ella, el dinero debería haberse utilizado «para mejorar y renovar la infraestructura ferroviaria», lamentó el diputado demócrata cristiano Michael Donth. La red está envejeciendo, con un requisito de inversión de 8.600 millones de euros al año durante una década.

52 millones de suscripciones vendidas

Trenes abarrotados, retrasos, problemas técnicos… solo el 65,2% de los trenes de larga distancia llegaron a tiempo en 2022, una caída de 10 puntos en un año. Estas dificultades salieron a la luz cuando se introdujo un primer billete de transporte con descuento el verano pasado. Por 9 euros al mes, los alemanes habían podido tomar prestado todo el transporte regional. El éxito había sido inmenso con 52 millones de suscripciones vendidas, pero los operadores ferroviarios habían tenido problemas para manejar la locura.

“Para resolver estos problemas, ciertamente no es una solución bajar el precio de las suscripciones”, estima con AFP Christian Böttger, investigador de la Universidad Técnica de Berlín. La ministra de Transportes no ha descartado un aumento de los precios de los billetes en el futuro, para hacer más viable económicamente la fórmula. Sobre todo porque no está garantizada la esperada transferencia del tráfico de automóviles al transporte público. Muchos usuarios, que viven «lejos del centro de las ciudades», no disponen de «infraestructuras ferroviarias suficientes que puedan sustituir al coche», según el experto.

Según un informe de la Oficina de Estadística, el billete de 9 euros acaba de «estancar» el tráfico rodado respecto a 2019. Y los coches emitieron más emisiones de gases de efecto invernadero en 2022 en Alemania, con un aumento de 0,8 millones de toneladas, según el Agencia Federal de Medio Ambiente. Otro debate: el tren es sin duda más “verde” que el automóvil (la empresa ferroviaria nacional alemana extrae el 61 % de su electricidad de fuentes renovables), pero sigue siendo contaminante (el resto proviene, en particular, del carbón y el gas). El billete de 49 euros beneficiará principalmente a «personas urbanas que ya tienen un abono un poco más caro», explica a la AFP Oliver Wittig, experto en transporte de EY.

«Eso cuesta caro»

Muchos países buscan relanzar la industria ferroviaria para reducir el impacto de carbono del sector del transporte. La experiencia del billete de 9 euros no había convencido a Francia: «Es caro y hay muy poco transbordo del coche al tren», declaró en octubre Clément Beaune, ministro francés de Transportes. En España, en septiembre se pusieron en marcha los abonos gratuitos para trenes regionales y de cercanías. Según Renfe, el operador ferroviario español, se emitieron 2,1 millones de suscripciones en el primer trimestre. En Austria, un «billete climático» permite desde 2021 utilizar todos los transportes públicos del país, incluidos los trenes de línea principal, por 1.095 euros al año, lo que contribuye a un «boom» de los viajes en tren, según el operador ÖBB.



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