Antes de Nicholas Hoult, Tom Waits comía bichos como Renfield en Drácula de Bram Stoker


Dada la naturaleza salvaje y rococó de la película de Francis Ford Coppola, es difícil discernir si es una «buena» película o no. Algunas audiencias pueden responder a su teatralidad exagerada, semi-surrealista, edición salvaje y efectos especiales monstruosos. Otros pueden sentirse desanimados por el caos total de la película, viéndolo como un estornudo de ideas raras esparcidas al azar por la pantalla. «Bram Stoker’s Dracula» existe en una matriz que de alguna manera superpone las gloriosas cualidades de fábula de «The Man Who Laughs» de Paul Leni con la energía torpe y moderna de la MTV de los 90. Para bien o para mal, hay pocas películas como esta.

En el lado de MTV de «Drácula», el legendario músico y antropomórfico cenicero lleno de whisky Tom Waits interpretó a Renfield como un científico excéntrico y un… ¿Peter Lorre? Es difícil decir exactamente qué busca Waits con Renfield. Mira por la ventana de su celda y monólogos a un Drácula no escuchado sobre cómo siempre ha cumplido las órdenes de su amo. En una escena posterior, el Dr. Seward (Richard E. Grant) incita a Renfield a admitir que le gusta comer insectos. Y, si los insectos están en el menú, ¿por qué no las ratas o incluso los gatos? Waits llorando sobre lo feliz que estaría si se comiera un gato es una de esas experiencias cinematográficas formativas que pueden dejar huella en un niño pequeño.

Como todo en la película de Coppola, la actuación de Waits es irreal y expresionista. Waits no profundiza en la psicología de su personaje, sino que representa una interpretación de Renfield que vive solo en el ámbito de la estética. La camisa de fuerza de Renfield parece haber sido envuelta en concertinas en desuso. Esto claramente no es el mundo real. Por cierto, Eiko Ishioka, la diseñadora de vestuario de la película, ganó un Premio de la Academia.



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