Arabia Saudí ha aumentado su participación en Nintendo


Arabia Saudita ha aumentado su participación en Nintendo a más del 6%, se informó.

En una presentación de mayo de 2022, se reveló que el Fondo de Inversión Pública (PIF) del país, un fondo de riqueza soberana presidido por el príncipe heredero Mohammed bin Salman, había adquirido una participación del 5,01% en la empresa, una compra que se decía tenía fines de inversión.

Ahora Reuters informa que una nueva presentación ha demostrado que el PIF ha aumentado su participación al 6,07%, convirtiendo al Reino en uno de los mayores accionistas de la empresa japonesa.

Nintendo ha afirmado anteriormente que cuando PIF compró su participación inicial del 5,01% en la empresa, no estaba al tanto de la transacción y se enteró por primera vez de la inversión saudí por los informes de noticias. Todavía tiene que comentar sobre este último desarrollo.

El príncipe heredero de Arabia Saudita y sus fondos de inversión han realizado una serie de inversiones en la industria de los videojuegos en los últimos años.

En diciembre de 2020, el fondo adquirió más de $3 mil millones en acciones de Activision Blizzard, Electronic Arts y Take-Two.

El año pasado, a través de Electronic Gaming Development Company, el príncipe adquirió el 96% del aclamado desarrollador japonés SNK, asumiendo la propiedad del estudio Fatal Fury, Metal Slug y King of Fighters.

El PIF también se utilizó para invertir participaciones de más del 5% tanto en Capcom como en el editor surcoreano de juegos en línea Nexon. Estas inversiones ascendieron a más de mil millones de dólares.

Y en septiembre pasado, el príncipe anunció que PIF lanzaría una nueva estrategia de Savvy Gaming Group, que incluiría reservar 50 mil millones de riales ($ 13,3 mil millones) para adquirir «un editor de juegos líder para convertirse en un socio de desarrollo estratégico».

Según se informa, el PIF es fundamental para el objetivo del príncipe heredero de hacer que la economía saudita dependa menos de los ingresos del petróleo.

Las continuas inversiones de PIF en compañías de videojuegos pueden generar preocupación para algunos, dada la larga historia de abusos contra los derechos humanos en Arabia Saudita.

El príncipe heredero en particular ha sido acusado de ordenar el asesinato del periodista Jamal Khashoggi.