Ariane Lavrilleux llama a “defender la libertad de prensa y la protección de las fuentes”, tras una decisión judicial “escandalosa”


Al cabo de cinco días de reflexión, el juez de libertades y detención finalmente tomó una decisión. Finalmente entregó a proceso, el miércoles 27 de septiembre, siete de los diez precintos obtenidos durante el registro del domicilio de la periodista Ariane Lavrilleux, el 19 de septiembre, en el marco de una investigación sobre las violaciones del secreto de defensa de la que se le acusa. Divulgado. Ese día, nueve agentes de la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI) habían aspirado sus datos –con la ayuda de un software que les permitía anular los códigos de seguridad de sus teléfonos y ordenadores– durante una búsqueda de diez horas bajo la supervisión de un juez de instrucción.

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En un vídeo publicado en X (antes Twitter) publicado a primera hora de la tarde, el periodista -que por el momento no está siendo procesado y no tiene acceso al expediente- denuncia “una decisión absolutamente escandalosa y muy preocupante para la prensa y los periodistas”. “Todo esto estaría justificado por un imperativo imperioso de interés público para el juez. ¿Qué interés público está en juego? Nadie sabe «tancia Ma mí Lavrilleux en este vídeo.

Ariane Lavrilleux pide a toda la profesión que reaccione con urgencia. “Necesitamos acelerar la movilización, necesitamos un impulso general para defender la libertad de prensa y la protección de las fuentes”le confió Mundo, Noche de miercoles.

“Mal uso de los secretos de defensa”

“Estamos muy preocupados por lo que parece ser un uso abusivo del secreto de defensa y un ataque cada día más probable al secreto de las fuentes”, explicó unos minutos antes Thibaut Bruttin, director general adjunto de Reporteros sin Fronteras (RSF). Para RSF, es necesario revisar la ley Dati de 2010, que protege a los periodistas pero que sigue siendo más que crítica porque permite a los investigadores dañar “directa o indirectamente al secreto de las fuentes” si un “imperativo primordial del interés público” lo justifica. Según la ONG, la Ley de Libertad de Prensa de 1881 debería proporcionar garantías mucho más estrictas para proteger a los periodistas y sus fuentes en las investigaciones sobre temas de interés general.

La detención policial del periodista durante casi cuarenta horas, el martes 19 y miércoles 20 de septiembre, conmocionó a la profesión. Unas cuarenta sociedades de periodistas, incluida la de la Mundohabía denunciado un “situación muy grave” y una “ataque sin precedentes contra la protección del secreto de las fuentes”.

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