La comisión parlamentaria de investigación sobre el asalto al capitolio el 6 de enero de 2021 recomendó el lunes abrir proceso penal contra el expresidente Donald Trump, en particular por llamar a la insurrección y conspiración contra el Estado americano. No vinculante, esta convocatoria no deja de ser histórica, porque tiene como objetivo a un exjefe de Estado, quien inmediatamente denunció una maniobra destinada, según él, a entorpecer su nueva candidatura a la presidencia.
Los nueve miembros de la comisión -siete demócratas y dos republicanos- votaron por unanimidad a favor de estas recomendaciones durante una última reunión pública y en directo, cuyo final fue recibido con aplausos en la sala. Es la culminación de 18 meses de investigación, durante los cuales los funcionarios electos entrevistaron a mil personas, examinaron una montaña de documentos y celebraron audiencias públicas de alto nivel para demostrar que Donald Trump estaba «en el centro» de los acontecimientos.
El 6 de enero de 2021, los partidarios del Sr. Trump, afirmando -erróneamente- como él que Joe Biden le había «robado» las elecciones presidenciales de 2020, atacaron violentamente la sede del Congreso en Washington para impedir la certificación de los resultados. sacudiendo la democracia estadounidense.
Donald Trump ha ‘roto’ la fe en el sistema democrático
Al negar la realidad, Donald Trump ha «roto» la confianza en el sistema democrático, denunció Bennie Thompson, titular de la comisión. “Encendió la mecha, echó gasolina al fuego y se sentó en el comedor de la Casa Blanca durante horas viendo arder el fuego, y hasta el día de hoy continúa avivando estas llamas”, acusó la demócrata Elaine Luria.
La número dos de la comisión, la republicana Liz Cheney, la manía favorita de Donald Trump, consideró que sus acciones habían demostrado que «no era apto» para ocupar un nuevo cargo público.
Pocas horas después, el principal interesado denunció «persecuciones falsas». “Todas estas historias destinadas a enjuiciarme son como el juicio político: un intento partidista de marginarme a mí y al Partido Republicano”, dijo en su red Truth Social. “Lo que esta gente no entiende es que cuando me persiguen, los que aman la libertad se reúnen a mi alrededor. Me hace más fuerte”, agregó Donald Trump. El 6 de enero de 2021 llamó a sus seguidores a “luchar como los demonios”, sin pedirles expresamente que invadieran el Capitolio.
Cuatro cargos recomendados
Los cuatro cargos recomendados por los investigadores electos son los siguientes: incitación a la insurrección, conspiración contra el Estado estadounidense, obstrucción de un procedimiento oficial (certificación de una elección presidencial) y declaraciones falsas. Estas causales pueden derivar en penas de prisión y la prohibición de asumir cualquier cargo público, mientras que el expresidente anunció que se relanza en la carrera por la Casa Blanca para 2024.
El voto de la comisión es en gran parte simbólico, ya que sus miembros no pueden acusar al ex magnate inmobiliario. Dependerá del Departamento de Justicia, que ha designado a un fiscal especial para investigar de forma independiente a Donald Trump, decidir si lo procesa o no.
Bennie Thompson dijo que estaba «convencido» en CNN de que el departamento acusaría al republicano. “Nadie, ni siquiera un expresidente, está por encima de la ley”, dijo. Consultada sobre el tema, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo que el ejecutivo quería «tener mucho cuidado de no politizar este proceso en absoluto». Al menos cinco personas han muerto en relación con el ataque y cientos han sido acusadas en relación con la violencia.
Donald Trump estuvo «en el centro» de un «intento de golpe»
Encargados de arrojar luz sobre los actos y gestos del expresidente antes y durante el 6 de enero de 2021, los funcionarios electos buscaron demostrar que Donald Trump había tratado de mantenerse en el poder cuando sabía que estaba derrotado. Donald Trump estaba «en el centro» de un «intento de golpe», dijo una vez Bennie Thompson.
La comisión siguió diciendo que no había forma de que el republicano no supiera que perdió las elecciones ante Joe Biden. Su ministro de justicia, una serie de asesores, e incluso su propia hija, Ivanka… . Donald Trump también está acusado de haber presionado a su vicepresidente Mike Pence y a los funcionarios electorales, particularmente en Georgia y Arizona, para intentar invalidar las elecciones presidenciales.