En marzo de 1910, en Niza, Auguste Charlois, un astrónomo muy famoso, fue asesinado en la puerta de su casa por un disparo de revólver. Esta es la primera vez en la historia del crimen que un experto en balística llega a clavarle el pico a un acusado mentiroso.
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Auguste Charlois: las armas tienen una firma – La historia
