Aurélien Fleurot y Tatiana Geiselmann, editado por Yanis Darras
Anunciado hace unas semanas, el aumento del 15% en el precio de la luz está en vigor desde el 1 de febrero. Una subida importante, que preocupa a algunos clientes, ya cogidos por el pescuezo por la inflación alimentaria. Pero, ¿quién se ve realmente afectado por el aumento? Europa 1 hace balance.
Pequeño cambio, gran impacto. Este 1 de febrero de 2023, el precio de la luz sube un 15%. Un aumento significativo, que sin duda se notará en las facturas de los clientes. «Tengo calefacción eléctrica, por lo que inevitablemente tendrá un impacto. Compraré menos para mí, eso es todo», explica una mujer de Estrasburgo al micrófono de Europa 1.
Más de 20 millones de hogares afectados
Un poco más lejos en el pueblo alsaciano, una estudiante está preocupada por la reducción de su presupuesto. «Creo que hasta ahora pagaba unos 38 euros al mes de luz, así que no sé cómo lo voy a hacer. Después, quizás tenga derecho al cheque de la luz», espera.
En total, este aumento de la tarifa eléctrica regulada afecta a más de 20 millones de hogares y también a cerca de 1,5 millones de pequeños profesionales en Francia, Córcega y ultramar. Según el Gobierno, este incremento supondrá veinte euros adicionales en su factura cada mes, aunque todo dependerá, evidentemente, de la opción elegida en el contrato suscrito.
Precios que explotan por el precio del gas, pero no solo
Si el cliente no desea modificar sus pagos mensuales, habrá un ajuste al final del año. La única buena noticia para los franceses, la subida del 15% debería ser la única del año, gracias al escudo arancelario. Ya el año pasado, el precio del kilovatio hora (kWh) subió un 4%.
Pero sin la intervención del Estado, este habría sido del +100%, según datos de la Comisión Reguladora de Energía, que explica estas grandes subidas por un lado por el altísimo precio del gas mayorista del que dependen los precios de la electricidad y también por la anticipación de baja disponibilidad de flota nuclear francesa.