Un plan social para 1.200 personas, o el 20% de la plantilla. Este tipo de anuncios es inusual en el sector digital. Sin embargo, esta es la medida que Snap formalizó el miércoles 31 de agosto. “Ha quedado claro que necesitamos reducir nuestros costos para evitar seguir incurriendo en pérdidas significativas”, justificó Evan Spiegel, fundador de la red social, en un memo a la dirección de sus empleados.
Esta ola de despidos se explica por las dificultades propias de Snap, estructuralmente en déficit desde su creación en 2017. Pero la decisión también ilustra de manera más amplia la ola de frío que afecta a la “tecnología”, tras un periodo de euforia bursátil.
Nacido hace cinco años, Snap es conocido por haber introducido las «historias», un formato de vídeo de unas pocas decenas de segundos. Pero desde entonces no ha logrado hacerse un lugar cómodo en la industria de las redes sociales. Su número de usuarios diarios ciertamente ha crecido un 20% en 2021 y supera al de Twitter pero, con 347 millones de miembros, sigue siendo bajo en comparación con los 1.900 millones de Facebook (y 3.600 millones si se suman Instagram, Messenger y WhatsApp) o a los mil millones de TikTok.
vientos en contra
Sobre todo, la empresa nunca ha sido rentable (salvo un trimestre equilibrado a finales de 2021). El año pasado, a pesar de un aumento del 64% en su facturación a 4.100 millones de dólares (4.100 millones de euros), perdió 488 millones de dólares. Y su actividad se deterioró en 2022: en el segundo trimestre, el crecimiento se desaceleró con fuerza y la pérdida alcanzó los 422 millones de dólares, frente a los 152 millones del mismo período del año anterior.
La acción ha perdido el 80% de su valor desde principios de 2022.
“No estamos satisfechos con nuestros resultados”, luego admitió Evan Spiegel, planeando medidas de ahorro. Snap había publicado cifras inferiores a las previsiones de los analistas financieros, sin embargo revisadas a la baja tras una advertencia formulada por la dirección. En el mercado de valores, la acción ha perdido el 80% de su valor desde principios de 2022. Sin embargo, recuperó un 7% el miércoles por la mañana, ya que los inversores parecían apreciar los despidos previstos.
Los recortes de empleo afectarán notablemente a muchas contrataciones realizadas por Snap desde el inicio de la pandemia, que había desatado la euforia bursátil en torno a las acciones tecnológicas. Entre marzo de 2020 y finales del primer semestre de 2022, la empresa creció de 3.400 a 6.400 empleados.
En busca de $500 millones en ahorros anuales, la gerencia está recortando actividades ahora consideradas no prioritarias: detiene las producciones de video Snap Originals, servicios encargados de crear pequeñas aplicaciones y juegos en la plataforma, el dron con cámara Pixy y las aplicaciones Zenly (localización de contactos en un mapa) así como Voisey (músicos que conectan)…
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