Nuestro ex “juez sin piedad” y ex segundo alcalde de Hamburgo, Ronald Schill, vuelve a cometer un error diario. Se ha adaptado tan bien al mundo de los reality shows que sabe cuándo cumplir. A medida que la fiesta de la luna llena continúa en la piscina con estrellas de telerrealidad a medio vestir, él aprovecha el momento y elegantemente se acerca a Nina Kristin, que tiene problemas crónicos. Él acaricia sus piernas con ternura, solo para chuparle el dedo gordo del pie un momento después. ¡Gracias por este gran momento televisivo, Ronald!