El Parlamento aprobó por amplia mayoría (148 a favor, 52 en contra) esta propuesta del nuevo Gobierno europeísta, que ha iniciado una nueva estrategia tras anteriores Gobiernos interinos que se mostraron dispuestos a no inmiscuirse en el conflicto.
Estos vehículos blindados de transporte de personal BTR de diseño soviético, comprados en la década de 1980, nunca se han utilizado. «Bulgaria ya no necesita este equipo que puede proporcionar un valioso apoyo a laUcrania en su batalla por preservar su independencia e integridad territorial» contra Rusia, escribe el texto.
«Una traición y una vergüenza» según una formación prorrusa
Los socialistas del PSB, heredero del partido comunista que gobernó el país, se opusieron a esta decisión, al igual que la joven formación ultranacionalista prorrusa Vazrajdane (Renacimiento) que denunció «una traición y una vergüenza».
Bulgaria, miembro de la UE y la OTAN, tiene un gran stock de equipo y armas soviéticos y también produce municiones. El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, también visitó Sofía a principios de julio para discutir la aceleración de las entregas.
Desde esta visita, el gobierno ha anunciado un paquete de ayuda sin precedentes, que probablemente incluye armas y proyectiles, aunque no quiso dar detalles por lo dividido que está el tema en el país. En la práctica, sin embargo, las fábricas de armas han estado funcionando a plena capacidad desde la invasión rusa de Ucrania.
Las exportaciones de la industria aumentaron, según datos del Ministerio de Economía, y las mercancías se enrutaron a través de terceros países antes de llegar a Ucrania.