En la temporada 2 de «Avatar: The Last Airbender», Toph Beifong demostró que de hecho es la mejor maestra Tierra del mundo al inventar un nuevo tipo de flexión: Metal Control, extrayendo impurezas de la tierra en el metal para manejarlo como lo hace con la roca.
En los cómics de «Avatar», ella establece una academia para enseñar su oficio a otros Maestros Tierra. Este one-shot (de Hicks y Wartman) sigue a Toph como maestra… y lo aburrida que se ha vuelto. Toph se unió al Equipo Avatar porque quería libertad y la oportunidad de viajar por el mundo siendo fiel a sí misma. Ahora con un hogar y sin un malvado Señor del Fuego al que derrotar, Toph se ha adaptado a una rutina que le resulta sofocante.
Desafortunadamente, esa sensación de estasis impregna el cómic mismo; No está mal, pero es intrascendente y hay poco en juego. Debajo de la rutina, hay algunos buenos momentos de carácter al menos para Toph. Cuando intenta estrellarse en un club de lucha de Tierra Control (como el de su episodio debut, «The Blind Bandit») y relajarse, todos se dispersan porque su reputación como acólita de Avatar la precede.
Toph, Sokka y Suki también asisten a un concierto de Trustfully in Love (la banda hippie del episodio «La cueva de los dos amantes», que ahora es la sensación más popular del Reino Tierra). Toph y los músicos discuten cómo hacer algo que amas puede resultar una carga cuando lo haces como un trabajo.
«La Academia de Metal Control de Toph Beifong» es un registro divertido con algunas caras viejas, pero desafortunadamente es poco más que eso.