China ha experimentado un aumento notable y récord en las importaciones de equipos semiconductores en los últimos meses, particularmente desde los Países Bajos y Japón, mientras se preparaba para las últimas restricciones a las exportaciones de Estados Unidos y sus aliados. Se considera que este enfoque proactivo garantiza una expansión fluida de su producción de chips, centrándose principalmente en tecnologías de proceso avanzadas y maduras que no están cubiertas por las restricciones occidentales, informa Financial Times.
Las importaciones de equipos semiconductores de China alcanzaron los 5.000 millones de dólares en junio y julio, lo que supone un aumento del 70% en comparación con los 2.900 millones de dólares del mismo período del año anterior, según el informe que cita datos de las aduanas chinas. La mayor parte de estas importaciones proceden de los Países Bajos y el Japón. El aumento se atribuye en gran medida a las inminentes restricciones a las exportaciones impuestas por estas dos naciones, lo que llevó a China a actuar con rapidez para evitar posibles interrupciones en el suministro de equipos de fabricación de obleas.
Una mirada más cercana a las importaciones revela que el foco de China está en herramientas como escáneres de litografía de ASML, con sede en los Países Bajos, así como máquinas de grabado y recubrimiento de obleas de Japón. Estas herramientas se enviaron a actores reconocidos como SMIC y YMTC, así como a fábricas recientemente establecidas con el apoyo de los gobiernos locales chinos.
Tanto los Países Bajos como Japón establecieron recientemente limitaciones a la exportación de equipos de fabricación de chips, colaborando con Estados Unidos en un esfuerzo por frenar el desarrollo de la industria china de semiconductores. Estas nuevas medidas exigen que empresas holandesas y japonesas como ASML y Tokyo Electron obtengan licencias de exportación de las autoridades holandesas y japonesas antes de enviar sus productos avanzados a entidades chinas. Dado que es poco probable que dichas licencias se concedan rápidamente, las empresas chinas prefirieron adquirir de forma proactiva las herramientas que necesitan.
La estrategia de China parece clara: eludir cualquier posible obstáculo en sus ambiciosos planes de expansión de la producción de chips. El equipo que están trayendo está principalmente orientado a la fabricación de chips menos sofisticados, que quedan fuera del ámbito de las nuevas restricciones occidentales. Esto garantiza que la producción de chips de China pueda continuar sin obstáculos a pesar de todas las adversidades.
China fue el segundo mayor importador de equipos para fábricas de obleas en el primer trimestre de 2023, según SEMI. Las empresas chinas adquirieron herramientas por valor de 5.860 millones de dólares, un 23% menos año tras año y un 8% menos que el trimestre anterior. China, Taiwán y Corea del Sur seguirán siendo las tres principales regiones en gasto en equipos en 2023 y 2024, según estimaciones de SEMI.