Clima: los esfuerzos de adaptación son insuficientes


En los últimos cincuenta años, en promedio, todos los días ha ocurrido un desastre relacionado con el tiempo, el clima o el agua, responsable de la muerte de 115 personas y pérdidas por $202 millones, según una estimación de la Organización Meteorológica Mundial. En cuestión, la impotencia para frenar el calentamiento global, pero también la inacción en términos de adaptación al aumento de las temperaturas y la multiplicación de los extremos climáticos, es decir, medidas destinadas a frenar o evitar daños a las sociedades y los ecosistemas.

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Sin embargo, los esfuerzos “se necesita desesperadamente para planificar, financiar e implementar la adaptación a los riesgos crecientes”lamenta, en nota de prensa, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, con motivo de la publicación, jueves 3 de noviembre, del informe sobre adaptación climática del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Titulado «Demasiado poco, demasiado lento, el fracaso de la adaptación climática pone en peligro al mundo», el informe advierte de la urgencia de actuar, de la brecha de financiación y de los límites de la estrategia de pequeños pasos, mientras que se abre, el domingo, 6 de noviembre, conferencia internacional de las Naciones Unidas sobre el clima (COP 27) en Sharm El-Sheikh, en Egipto. Crisis cíclicas como la pandemia de la Covid-19, la guerra de Ucrania o la inflación no deben justificar la inacción en la adaptación al cambio climático, advierte el PNUMA. “Las personas que han sido víctimas de la inseguridad alimentaria a causa de estas crisis estarían menos expuestas a los riesgos, si las regiones donde viven se hubieran desarrollado de manera más resiliente”, enfatiza Henry Neufeldt, investigador del PNUMA y autor principal del informe.

Efectos perversos

El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) ha demostrado que el mundo enfrentará riesgos climáticos severos para fines de siglo, incluso en escenarios de bajas emisiones. Y los impactos del calentamiento a 1,1 °C ya son importantes. Las sequías prolongadas, como la que ha estado experimentando el Cuerno de África durante los últimos cinco años, destruyen los cultivos y exponen a millones de personas al hambre. Los glaciares se están retirando, provocando inundaciones y escasez de agua. Los ciclones han ahogado países como Pakistán y Bangladesh. Los mosquitos portadores de enfermedades, como la malaria y el dengue, se están propagando en territorios hasta ahora poco afectados…

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