COMENTARIO DEL INVITADO – Doctor: Del trabajo soñado al trabajo a tiempo parcial


Sólo una práctica profesional extensa justifica que el público en general subvencione el costoso estudio de la medicina humana.

Según el BfS, el coste de los seis años de estudios de medicina ronda los 750.000 francos.

Marius Eckert

Es indiscutible que en Suiza faltan muchos médicos en el sector ambulatorio y en los hospitales. Se puede suponer que la situación empeorará considerablemente en los próximos años. Sólo el 60 por ciento de la población actual de médicos se formó en Suiza; la mayoría del resto proviene de países de la UE.

En 2016, el gobierno federal lanzó una ofensiva de formación. Su objetivo es graduar alrededor de 1.350 títulos para 2025. El año pasado, 1.730 jóvenes comenzaron a estudiar medicina humana, un 50 por ciento más que en 2016. Y los políticos exigen un mayor aumento del número de plazas de estudio.

Equilibrio trabajo-vida

La Asociación Suiza de Estudiantes de Medicina (Swimsa) realizó recientemente una encuesta entre 2.300 estudiantes. Los resultados son preocupantes. Un tercio dijo que estaba “considerando” no trabajar como médico una vez finalizados sus estudios. Sólo alrededor de una cuarta parte quiere trabajar al 100 por ciento después de completar su formación especializada, e incluso entre los hombres no supera el 40 por ciento. Casi todo el mundo opina que una jornada de trabajo semanal de 42 horas o menos es adecuada. La razón más importante de esta actitud es el deseo de lograr un buen equilibrio entre la vida laboral y personal.

Según la Oficina Federal de Estadística, los costes del curso de medicina de seis años ascienden a tres cuartos de millón de francos. El interés por estudiar medicina sigue siendo alto. En 2020, alrededor de 5.700 personas solicitaron una plaza en la universidad, lo que supera con creces el número de plazas de formación disponibles.

La tan denostada prueba de aptitud obligatoria predice el éxito académico de forma bastante fiable, pero no predice la motivación para trabajar como médico en el futuro. En el año optativo, los estudiantes se enfrentan por primera vez a la práctica rutina médica cotidiana. Según la encuesta de Swimsa, tras esta revisión de la realidad, muchos se abstendrán de ser médicos en el futuro.

Las personas que siguen una formación superior después de completar su formación profesional tienen que soportar en gran medida los costes y las pérdidas salariales asociadas o, si abandonan, están obligados a reembolsar parte de los costes soportados por el empleador.

Reembolsar las tasas de matrícula

En este contexto, surge la pregunta de si los contribuyentes deberían seguir financiando incondicionalmente los costosos estudios de medicina humana, sin ninguna obligación por parte de los graduados. Es urgente considerar correcciones sistémicas. Un compromiso obligatorio con la enfermería durante varios meses podría resultar útil a la hora de seleccionar médicos.

El conocimiento de la exigente vida médica cotidiana impediría a algunas personas estudiar medicina durante mucho tiempo y realizar una posterior formación continua, obligatoria y que requiere mucho tiempo. Si no accede a la profesión o deja de ejercer la medicina pocos años después de finalizar sus estudios, deberá reembolsar parte de los costes de los estudios. Incluso el trabajo a tiempo parcial sin una razón válida –como la maternidad o la paternidad– debería tener consecuencias financieras.

Sólo una práctica profesional extensa justifica que el público en general subvencione el costoso estudio de la medicina humana. El hecho de que no sea fácil encontrar soluciones innovadoras no debería ser una excusa para no repensar a fondo la financiación actualmente antieconómica y costosa.

Erich W. Russi son ellos. Profesor, ex decano de estudios y director de la Clínica de Neumología de la Universidad de Zurich; Johann Steurer son ellos. Profesor de medicina interna en la Universidad de Zurich.



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