Covid, guerra, clima y aumento de precios… Cómo los desastres marcan nuestra vida cotidiana


Por Maroussia Dubreuil

Publicado el 26 de marzo de 2022 a las 1:04 a. m. – Actualizado el 26 de marzo de 2022 a las 8:42 p. m.

En los últimos meses, todos hemos tenido algo en nosotros de Ethan Hunt, el agente especial de Misión imposible que va de desastre en desastre sin perder nunca su significado práctico. ¿Su rutina? Escapar de los ataques, derrotar a un virus mortal, evitar el lanzamiento de una ojiva nuclear. Como él, seguimos siendo pragmáticos, a pesar del peso de la carga mental de una triple guerra sanitaria, climática y militar. En cuanto guardemos en el armario la máquina de coser y las mascarillas, estamos pensando en vaciar nuestras bodegas para hacer búnkeres y depositar allí sacos de arena en previsión de las fuertes inundaciones que menciona el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático. (IPCC).

Divididos entre la vida ordinaria y la épica de supervivencia, durante dos años hemos estado desarrollando microhábitos que van de la mano. De vuelta de las compras, guardamos en un armario de la cocina algunas autopruebas de Covid-19 y comidas liofilizadas entre un tarro de miel y cereal. La nuit, nous nous réveillons pour mesurer la résistance des Ukrainiens face à l’ennemi et, au petit matin, nous tentons de saisir la substantifique moelle du dernier échange entre Macron et Poutine, avant de nous demander si notre voiture peut rouler à l’ aceite de colza. En definitiva, bienvenidos a la cata-rutina.

En Léguevin, en las afueras de Toulouse, Anne Lancôme, una asistente de recursos humanos de 49 años, ha tomado medidas para compensar la explosión de los precios del petróleo. A pesar del descuento en el surtidor de 15 céntimos el litro desde el 1ejem April, anunciada por el primer ministro Jean Castex, se ve obligada a optimizar sus viajes: “No más desvíos para conseguir mi pan de aceitunas de la panadería del centro. Voy al supermercado en la zona comercial donde está la gasolinera. A más de 2 euros el litro, ya no reposto, paro en 80 euros como antes, es mi supervivencia mental… Y conduzco por debajo de los límites de velocidad”ella explica, » casi « aliviada de que su exnovio, que vive a 200 kilómetros de distancia, haya terminado su relación. Dos años antes, durante un período de encierro y luego toque de queda, ella estaba trabajando para producir a conciencia pruebas falsas de salida para unirse a él. Cada desafío tiene su solución.

Un gran costo para el cerebro

Los cataclismos vuelan en escuadrones y se nota en nuestro ombligo. En Reino Unido, el «crop top» se ha incorporado al panel de los 700 bienes y servicios de consumo más representativos de la Oficina Nacional de Estadística, mientras que el traje y la corbata han quedado excluidos. Más apropiado para el teletrabajo, este sujetador deportivo (igual de extendido en Francia) nos pone en condiciones físicas para hacer frente a los montones de malas noticias que sacuden nuestras pantallas, jóvenes y mayores. Solo del 11 al 17 de marzo, esto es lo que enfrentamos incidentalmente: «India lanza accidentalmente un misil sobre Pakistán», “Alerta bacteria E. coli, muerte de dos niños”, “China está reconfigurando 17 millones de habitantes” y «La lluvia de arena del Sahara que cayó sobre Francia es ligeramente radiactiva».

Te queda el 77,7% de este artículo por leer. Lo siguiente es solo para suscriptores.



Source link-5