¿Cuánta electricidad consumimos y cómo podemos reducir nuestras facturas?


Secadores de pelo, planchas, aspiradoras, ollas arroceras… más de dos tercios de los electrodomésticos típicos que se encuentran en los hogares franceses monitoreados por Ademe consumen menos de 100 kWh/año. Pero, en el otro extremo del espectro, algunos objetos raros consumen mucha energía.

El consumo eléctrico medio de una piscina es pues enorme: 1.690 kWh/año para una piscina enterrada (es decir, 294 euros) y 1.038 kWh/año para una piscina elevada (181 euros), según el ejemplo del panel ElecDom, lo que confirma las encuestas de 2006 realizadas en veinte piscinas. Una bodega, por su parte, consumirá de media tanto como un simple frigorífico (y engordará la factura de la luz en unos treinta euros al año).

Los objetos menos conocidos relacionados con la seguridad, como una puerta automática, también son grandes consumidores de electricidad, porque están constantemente en modo de espera.

En cuanto al aire acondicionado, relativamente poco común en los hogares franceses, consume mucha electricidad. Un aire acondicionado portátil con conducto de escape consume un 88% más que un ventilador de techo, según cálculos de Topten.

Son pocos los hogares que finalmente disponen de un coche eléctrico. El panel de ElecDom pudo seguir el consumo de uno de ellos: asciende a 2.782 kWh por año, “es decir, el 32% del consumo eléctrico de la vivienda en cuestión” o 484 euros. Un peso inigualable por otros dispositivos de movilidad: el consumo medio anual de bicicletas eléctricas, patinetes o overboards es de 10 kWh al año, tres veces menos que una cafetera de filtro.



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