Supe por primera vez de Madeleine McGraw cuando prestó su voz a Bonnie en «Toy Story 4» y me emocionó descubrir que también era la voz de la joven Katie Mitchell en «The Mitchells vs. The Machines». McGraw ha interpretado muchos personajes de «versión más joven», incluida la joven Hope Pym en «Ant-Man and the Wasp» y la joven Amara en «Pacific Rim: Uprising». Sin embargo, uno de los papeles más destacados de McGraw fue el de Amber Barnes en la serie «Outcast», una niña que ha estado rodeada de amenazas y la presencia de posesiones desde su nacimiento, ya que su padre ha experimentado la posesión durante la mayor parte de su vida. El horror es la base de la carrera de McGraw, lo que la llevó a participar en películas como «The Harbinger», donde interpreta a la increíblemente espeluznante Rosalie Snyder, que puede o no ser un presagio de muerte.
Pero es su turno como Gwen Shaw en «The Black Phone» que es el mejor escaparate de su destreza actoral. Ya sea llamándoles a los policías «estúpidos que se tiran pedos» en la cara, golpeando a matones que le doblan en tamaño o rezando de manera hilarante a un dios en el que tal vez no crea, Gwen se roba cada momento que aparece en la pantalla. «The Black Phone» es una película aterradora sobre un niño asesino que se pone una inquietante máscara de diablo, pero la escena más difícil de ver en la película es cuando Gwen soporta el abuso físico de su padre. El compromiso asumido por Madeleine McGraw en este momento es suficiente para hacerte sentir como si tu alma hubiera abandonado tu cuerpo. La forma en que domina la escena a través de lágrimas y gritos de desafío fue una de las actuaciones más fuertes de 2022. No tengo dudas de que Madeleine McGraw tiene lo que se necesita para seguir los pasos de otros niños actores convertidos en superestrellas adultas como Kirsten Dunst.