Ante la oposición encontrada en la Asamblea Nacional, el presidente de la República, Emmanuel Macron, baraja la posibilidad de disolver la cámara baja. Una posibilidad que no hace las delicias de Marine Le Pen, quien dijo que no quería ser primera ministra.
¿Se disolverá, no se disolverá? Desde hace unos días, el Palacio del Elíseo plantea la amenaza de disolución de la Asamblea Nacional, en caso de bloqueo en el Palacio de los Borbones. Una amenaza que no es ni fría ni caliente para Marine Le Pen, ahora expresidenta de Agrupación Nacional, tras la elección de Jordan Bardella al frente del partido.
“No estoy llamando a la disolución. Considero que Emmanuel Macron no tiene interés en operarlo. Tal como está, consistiría en despedir a los votantes diciéndoles «usted votó, no me gusta, así que ponemos a cero los contadores y volvemos a votar». Si el Presidente utiliza este argumento como una amenaza, no nos asusta en absoluto”, declaró Marine Le Pen en las columnas del diario dominical.
Además, según una encuesta de Ifop-Fiducial publicada por el mismo medio la semana pasada, en caso de nuevas elecciones legislativas producto de la disolución de la Asamblea Nacional, solo avanzaría la extrema derecha. La Agrupación Nacional obtendría el 21% de los votos, frente al 19,2% de las elecciones de junio pasado.
Si la amenaza de disolución no asusta a Marine Le Pen, no quiere que suceda. Consultada sobre si se postularía para Matignon, la expresidenta de la RN respondió: “No quiero ser Primera Ministra. Tengo otras ambiciones. (…) El de ser Presidente de la República. Y no pasa por el cuadro de Matignon. Hay suficiente talento en la RN para cumplir con este rol”, dijo.
Sobre una posible candidatura presidencial en 2027, Marine Le Pen dijo que todavía no hay nada decidido, y que anunciará su decisión «dentro de tres años y medio». “Una elección presidencial es un contexto, una opinión pública, adversarios, capacidades de victoria… Es todo eso lo que habrá que analizar llegado el momento. Y aún no ha sonado”, dijo.