Cerca de 100 fanáticos del fútbol estaban en un tren regional justo afuera de la estación de Rieder el sábado. La mayoría de ellos se dirigían al partido de fútbol de la Bundesliga en el Estadio Rieder. Cuando algunos de los fanáticos en el terraplén vieron un grupo de alrededor de 40 seguidores del equipo contrario, un extraño presionó el freno de emergencia. La mayoría de los ocupantes abandonaron el tren inmediatamente después: se produjo una pelea masiva entre los dos grupos de fanáticos enemigos.
Piedras de granito del tamaño de un puño sobre policías
Dos policías de la Inspección de Policía de Ried fueron los primeros en llegar al lugar del crimen. Intentaron detener a uno de los ocupantes del tren para verificar su identidad. Como resultado, varios compañeros del hombre previamente desconocidos les arrojaron piedras de granito que se encontraban en el terraplén del ferrocarril.
Para no ser golpeados por las piedras de granito, algunas del tamaño de un puño, los policías se vieron obligados a detener el acto oficial y ponerse a cubierto detrás de su vehículo de emergencia. El propio vehículo de emergencia resultó gravemente dañado por las piedras.
Doce cartuchos de gas pimienta
Otros policías que llegaron para ayudar notaron que un hombre de 49 años sostenía una piedra de granito. Como no siguió el pedido de guardar la piedra, sino que se movió en dirección a los oficiales, estos tuvieron que usar gas pimienta para defenderse. El hombre recibió tratamiento médico de inmediato y afirmó durante su interrogatorio que no había sufrido ningún daño físico.
Un total de once ataques con gas pimienta fueron utilizados contra aficionados al fútbol en la zona del terraplén de la vía férrea después de que arrojaran piedras de granito en dirección a los policías. Es gracias a una afortunada circunstancia que ningún policía resultó herido.