Randall Miller tendrá que cumplir otros dos años de libertad condicional, luego de que un tribunal de apelaciones de Georgia denegara esta semana su moción para terminar su sentencia antes de tiempo.
El director se declaró culpable en marzo de 2015 de homicidio involuntario por la muerte de la asistente de cámara Sarah Jones, quien fue asesinada por un tren de carga durante el rodaje de «Midnight Rider». Miller cumplió un año en la cárcel y también fue sentenciado a 10 años de libertad condicional, tiempo durante el cual tiene prohibido dirigir películas.
Miller fue el primer director sentenciado a prisión por un accidente en el set. Su caso ha resurgido en las noticias después de que un fiscal de Santa Fe anunciara cargos de homicidio involuntario contra Alec Baldwin y Hannah Gutiérrez-Reed por la muerte de la directora de fotografía de “Rust”, Halyna Hutchins.
Desde que salió de la cárcel en 2016, Miller ha intentado relajar las restricciones de su libertad condicional.
El año pasado, su abogado le pidió a un juez que terminara su sentencia anticipadamente bajo una nueva ley estatal que reduce las sentencias de libertad condicional para los delincuentes por primera vez. El juez, Anthony Harrison, negó esa solicitud. El abogado de Miller apeló ante la Corte de Apelaciones de Georgia y también le pidió a la corte de apelaciones que asignara el caso a un nuevo juez.
Pero en un fallo de cuatro páginas emitido el jueves, el tribunal rechazó la apelación y consideró que era extemporánea.
Miller previamente enfureció al juez al filmar una película llamada «Higher Grounds» en 2019 en aparente desafío a los términos de su libertad condicional. El juez finalmente decidió no enviarlo de nuevo a la cárcel, pero le advirtió que no dirigiera más películas. Miller y sus abogados habían argumentado que los términos de la libertad condicional no estaban claros y que creía que podía dirigir una película si alguien más se encargaba de la seguridad.
Miller también le dijo a la corte que ha tenido problemas financieros desde que salió de la cárcel, dadas las limitaciones de su empleo y la notoriedad de su caso.
El Departamento de Supervisión Comunitaria de Georgia, la agencia estatal de libertad condicional, solicitó al tribunal en septiembre de 2021 que finalizara la libertad condicional de Miller antes de tiempo. Según la nueva ley, los infractores por primera vez que hayan pagado sus multas y hayan mostrado un buen comportamiento pueden obtener una reducción de sus condenas.
Harrison negó la solicitud sin una audiencia el 7 de enero de 2022, citando las «circunstancias únicas» del caso de Miller. El abogado de Miller luego presentó su propia solicitud de terminación anticipada el 10 de marzo y también le pidió a Harrison que transfiriera el caso a un nuevo juez, alegando que el juez había mostrado parcialidad en contra de su cliente.
Harrison negó la moción de Miller el 27 de abril y descubrió que simplemente reafirmaba los mismos puntos que el juez ya había rechazado tres meses antes. El abogado de Miller presentó una notificación de apelación el 3 de mayo.
El tribunal de apelaciones determinó que Miller estaba obligado a apelar la orden dentro de los 30 días y que el reloj comenzó a correr el 7 de enero.
“Debido a que Miller no presentó un aviso de apelación dentro de los 30 días posteriores a la publicación de la sentencia apelable en su contra, su apelación es extemporánea”, sostuvo el tribunal.
El tribunal también se negó a asignar el caso a un nuevo juez.