El exministro de salud del Reino Unido, Matt Hancock, se disculpó el martes por la falta de preparación del país para la pandemia de covid-19 y dijo en una investigación oficial que las fallas «doctrinales» globales y a largo plazo eran las culpables.
“La falla central que obstaculizó la respuesta del Reino Unido, común con el resto del mundo occidental, fue la decisión explícita de que no sería posible detener la propagación de una nueva pandemia”, dijo a la investigación.
«Imagínese si esta enfermedad hubiera matado trágicamente tanto a los niños como a los ancianos. ¿Sería entonces posible… detener la propagación? Por supuesto que sí, haríamos lo que fuera necesario», dijo.
Como resultado, no se priorizaron las medidas para frenar la propagación de una pandemia, como «reservas, pruebas, antivirales y rastreo de contactos» y «tuvimos que construirlas desde cero cuando golpeó la pandemia», dijo.
En cambio, el enfoque había sido «¿podemos comprar suficientes bolsas para cadáveres?» y «¿dónde vamos a enterrar a los muertos?», agregó Hancock.
El exsecretario de Salud dijo que estaba «profundamente apenado por el impacto» de la falta de preparación.
«También entiendo por qué, para algunos, será difícil aceptar esa disculpa mía.
«Y todo lo que puedo hacer es asegurarme de que esta investigación llegue al fondo y que, en el futuro, aprendamos las lecciones correctas, para que detengamos una pandemia mucho, mucho antes».
Las garantías de los funcionarios públicos y la Organización Mundial de la Salud (OMS) de que el Reino Unido estaba bien posicionado para hacer frente a una pandemia «resultaron ser incorrectas», agregó.
Hancock, quien se vio obligado a renunciar en junio de 2021, es el último político de alto perfil en comparecer ante la Investigación Covid-19 sobre la preparación del gobierno para la pandemia.
El exprimer ministro David Cameron, el excanciller George Osborne y el director médico, el profesor Chris Whitty, han prestado testimonio.
El Reino Unido sufrió uno de los peores números de muertes por Covid-19 en Europa con más de 128,500 muertes registradas a mediados de julio de 2021.
El gobierno enfrentó críticas por no tomar la amenaza lo suficientemente en serio en las primeras etapas del brote y por no tener suficiente equipo de protección para el personal médico de primera línea.
Presidida por la juez senior retirada Heather Hallett, la primera fase de la investigación se centra en la resiliencia y preparación del Reino Unido.
Los familiares de las personas fallecidas ya han denunciado la investigación por no haberlos incluido.
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