El fracaso de taquilla que le enseñó a Alfred Hitchcock cuán importante podría ser el casting


La película se centra en una pareja casada, interpretada por Henry Kendall y Joan Barry, que llevan una vida aburrida y rutinaria hasta que reciben una pequeña fortuna de un tío. Con su nuevo dinero, adoptan un estilo de vida lujoso y, finalmente, ambos inician una aventura, y finalmente pierden tanto su dinero como su matrimonio. Hitchcock es citado en la biografía de la leyenda del cine de Francois Truffaut diciendo que el problema con la película no era la historia, que consideró muy buena a pesar del fracaso de la película. Culpó del fracaso de la película a lo que él llama un «elenco indiferente» de su parte. «Mi error con ‘Rich and Strange’ fue no asegurarme de que los dos protagonistas fueran atractivos tanto para la crítica como para el público», dijo Hitchcock. Afirmó que en esos días, no era lo suficientemente autocrítico en su realización cinematográfica, y fue esta falta de análisis de su propio trabajo lo que lo llevó a sus elecciones de reparto perezosas.

Henry Kendall, el protagonista cuya interpretación ofendió a Hitchcock, era un actor de teatro de oficio y pasaría el resto de su vida bastante desdeñoso con su breve incursión en la actuación cinematográfica. Cuando se le preguntaba sobre sus películas, comentaba con ligereza que «comenzó su carrera cinematográfica en 1931 y ha aparecido en innumerables películas». Joan Barry, su coprotagonista, se retiraría por completo de la actuación unos pocos años después para formar una familia. Con ambas estrellas terminando con carreras relativamente cortas en la pantalla grande, quizás Hitchcock estaba en lo correcto en su evaluación de su poder estelar.



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