El gobierno de EE. UU. considera proteger los pulpos utilizados en investigaciones


Si bien los cefalópodos han capturado la imaginación de biólogos marinos, escritores de ciencia ficción y personas curiosas, sólo recientemente el público se ha interesado significativamente en aprender más sobre estos animales. Parte de su atractivo proviene de estudios recientes que revelan la inteligencia detrás de algunos de sus comportamientos sofisticados.

Ahora, alimentando este creciente reconocimiento, los Institutos Nacionales de Salud (NIH) anunciaron comentarios sobre las pautas propuestas que, de ser aprobadas, brindarían diversas protecciones a los cefalópodos estudiados en un laboratorio.

Este anuncio es el resultado de años de estudios sobre la sensación de dolor, la inteligencia y la adaptación de los cefalópodos, combinados con cartas a miembros del Congreso de los EE. UU. sobre el tratamiento humano de los cefalópodos.

Si se promulgaran estas directrices, redefinirían el significado de “animal” en las regulaciones de investigación de laboratorio y otorgarían a los invertebrados diversas protecciones por primera vez en la historia de Estados Unidos. Esta protección cubriría todas las especies de cefalópodos, incluidos pulpos, sepias y calamares. Si se aprueba, Estados Unidos también se uniría a una lista cada vez mayor de países con directrices éticas para la investigación de cefalópodos, incluidos Nueva Zelanda, Australia, el Reino Unido, la Unión Europea, Canadá, Noruega y Suiza.

Creciente preocupación pública por los pulpos

Con sus tentáculos desplegados y sus fascinantes cambios de color, es fácil quedar fascinado por los pulpos y las sepias. Es difícil no antropomorfizar muchos comportamientos de los cefalópodos, ya que son identificables y familiares para los espectadores. Quizás esta sea la razón por la que se han dedicado cientos de libros y miles de artículos científicos a comprender mejor a estos animales.

Desde la década de 2010 hasta ahora, han llegado a las estanterías una serie de libros de moda sobre cefalópodos, entre ellos El alma de un pulpo; Otras mentes: el pulpo, el mar y los orígenes profundos de la conciencia; Kraken: la curiosa, emocionante y ligeramente inquietante ciencia del calamar; Calamar gigante; Pulpo: el invertebrado inteligente del océano para nombrar unos pocos. Estos libros cubren todo, desde interacciones personales con cefalópodos hasta la exploración de diferentes aspectos de su notable biología, inteligencia y conciencia.

En 2020, la popularidad de los pulpos se disparó gracias al documental de Netflix ganador del Oscar Mi maestro pulpo, en el que el naturalista Craig Foster sigue e interactúa con un pulpo en su propio patio acuático en Sudáfrica durante más de un año. Gracias a la película, los espectadores de todo el mundo presenciaron interacciones cara a cara con un pulpo curiosamente juguetón, viéndola crecer y adaptarse a su entorno.

Según un artículo de la Harvard Gazette de 2021: “Para muchos, probablemente fue el antídoto perfecto para la era de la pandemia: un escape de otro mundo para sentirse bien de un año horrible”. Tras el rotundo éxito de la película, otros han seguido contando historias sobre pulpos, probablemente contribuyendo al apoyo público para su protección.



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