El Ministerio japonés de Economía, Comercio e Industria está aumentando sus subsidios para la fábrica de Micron en Hiroshima de 320 millones de dólares a 1.290 millones de dólares, según un informe de Nikkei. El aumento garantiza que la empresa construya su fábrica a tiempo. Para el gobierno japonés, la subvención es parte de un plan más amplio que abarca varios miles de millones de yenes invertidos en varias compañías de chips diseñadas para mejorar la destreza de Japón en semiconductores.
Micron obtuvo 320 millones de dólares en financiación para su fábrica en Hiroshima hace casi exactamente un año. Mientras tanto, las inversiones totales de Micron en las nuevas instalaciones de producción debían ascender a unos 500 mil millones de yenes (3,618 mil millones de dólares). Si bien 320 millones de dólares es mucho dinero, puede que no sea suficiente dados los reducidos gastos de capital de Micron en comparación con los niveles de 2022. Como resultado, parece que Micron y el gobierno japonés han llegado a un acuerdo para aumentar los subsidios, según Nikkei.
Micron pretende iniciar la fabricación en gran volumen de chips de memoria sofisticados utilizando su proceso 1γ (su nodo de clase 10 nm de tercera generación) que se basa en la litografía ultravioleta extrema (EUV) para 2026, por lo que la empresa necesita dinero lo antes posible.
La visión del Ministerio no se limita a Micron. Un amplio presupuesto de 2 billones de yenes (13.385 millones de dólares), repartidos en dos años, está reservado explícitamente para subsidios relacionados con inversiones en semiconductores. Para ampliar la red, TSMC de Taiwán recibirá hasta 476 mil millones de yenes (3,185,7 millones de dólares) por sus fabulosas operaciones en Kumamoto. Además, un esfuerzo de colaboración entre Kioxia y Western Digital, con sede en EE. UU., en la prefectura de Mie, está respaldado por un subsidio por valor de 92.900 millones de yenes (621,72 dólares).
Esta importante inyección financiera a las empresas de semiconductores subraya el compromiso de Japón de disminuir su dependencia de proveedores de chips extranjeros y reconstruir su sector nacional de semiconductores. Japón pretende evitar los riesgos potenciales relacionados con las interrupciones de la cadena de suministro internacional fortaleciendo las capacidades nacionales, garantizando así un suministro interno fluido y sólido de componentes tecnológicos críticos.